Desayuno con diamantes

José Fernando Pérez

Catarsis

Teniendo una soga, y una oportunidad, no hay excusa válida para no atarla a la grupa de un capiscopado equino

Catarsis es una palabra descrita en la definición de Tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la piedad y el temor, los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma de esas pasiones".

Hacer que todo el odio pase a ser papel mojado, pues no nos dieron a elegir la patada ni el momento, ni siquiera cuántas. Sólo nos dieron una posibilidad y hemos de aprovecharla, aunque sea a base de insomnio, de apnea y de golpes. Tenemos una oportunidad.

Se hiela el aliento después de tanto escozor, pero sé que tenemos la soga que agarra, la que mantiene y la que sujeta; la que ahorca y huele a muerte y a tierra. La que une, junta y anuda la ilusión.

Teniendo una soga, y una oportunidad, no hay excusa válida para no atarla a la grupa de un capiscopado equino.

Las situaciones han sido indómitas considerando la retahila de datos, números y más números, certeras acusaciones basadas en una dehiscencia maniquea que cercenaba la razón, pretendiendo ocultar bajo los designios de una apostolado irracional decisiones que conducían inexorablemente al precipicio, pues al final del abismo no existe nada más que una caída mortal contra un fondo espinado, relleno de miserias y casquería.

En medio la casmodia irreverente de los muñidores del incógnito y la estulticia y al otro lado el callado lamento de los que han advertido desde un principio el error; minoría absoluta.

Al final, ¿qué nos ha quedado?

Libertad mal entendida, la manifiestamente malhadada libertad que igual te prodiga parabienes que la mayor de las humillaciones, la cosecha que sembrada de ponzoña no ha cumplido las espectativas que con tanto garbo y desparpajo se vertían alegremente en los mentideros parasitarios buscando el elogio no merecido, y que un catascopio digital se encargará de prodigar.

Me queda la satisfacción de haber haber visto crecer la masa madre, de ver como tomaba conciencia de sí misma, y como tras haberle salido los dientes, ha combatido a dentelladas por lo suyo.

¿Hay esperanza todavía?

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