mANUEL lÓPEZ mUÑOZ

Cobrarnos a todos y ocuparse de unos pocos

Con un equipo de gobierno en funcionamiento, ahora toca repartir la tarea

Almería, año del Señor Alcalde de 2019: entre dos centros comerciales, se extiende la calle fray Juan de Portocarrero, ese bulevar que nunca fue y el circuito de velocidad que sin duda es. En esta zona, un solar lleno de matojos, basura y, en ocasiones, ratas y ratones, linda con un parque público y con una terraza hostelera. Lo repetiré porque parece que hablo de otro país: basura y roedores entre un parque y un establecimiento de restauración. Almería limpia, Almería bonita. El parque es fantástico para llevar a los niños pequeños: bancos rotos y desnivelados, zonas marrones (el agostado verde del césped combina fresca y elegantemente con el siena de las boñigas), nada de agua y menos papeleras. Almería, ciudad de fuentes. No hablemos del estado de los contenedores de basura de las calles adyacentes porque parecerá surrealista esta columna. Algo más allá del presunto parque, cruza majestuoso esa calle de cuatro carriles y dos vías de servicio un paso de peatones al filo de un cambio de rasante. Almería de todos y para todos. ¡Cómo no hincarse de rodillas y prorrumpir en exclamaciones de agradecimiento al municipio que nos regala clases de supervivencia! ¡Cómo no agradecer al Ayuntamiento que nos obsequie lecciones gratis de tauromaquia a quienes hacemos verónicas, manoletinas y chicuelinas con los vehículos que enfilan a toda velocidad por el circuito Frayjuande metiendo gas a tope!

Pasada la campaña electoral y con un equipo de gobierno en funcionamiento, ahora toca repartir la tarea. Miren, ya ha habido algún atropello en ese paso de cebra y habrá más hasta que ocurra lo que muchos nos tememos. Al Ayuntamiento se le ha pedido por escrito y en el Pleno mismo que lo regule con un semáforo o que ponga bandas sonoras, pero se ve que no es una solicitud razonable o que es demasiado cara de atender. Supongo que bastante hay con pagar la enorme sede vacía de la capitalidad gastronómica, con el césped inmarcesible del centro o con los planes de incorporación del puerto a la rambla. Me imagino que nadie en el Ayuntamiento dispone de tiempo para minucias como solares infames, parques indecentes y pasos de cebra infernales. Pues bien, espero que tampoco tengan tiempo para venir por el barrio a poner cara de circunstancias cuando ese cruce se cobre el precio de la incuria y todos lamentemos tener un Ayuntamiento que nos cobra a todos para ocuparse sólo de unos pocos.

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