La llegada al Gobierno del Partido Socialista ha pillado con el pie cambiado a más de uno en el PP. Aquellos que se paseaban por las televisiones del país, de entrevista en entrevista, protagonistas hasta en la sopa, están viendo como el teléfono apenas suena o directamente se ha quedado en silencio. Situaciones de este tipo son de lo más duras y hacen falta personalidades fuertes para soportar el silencio y el olvido. ¿Qué queda entonces? Pues en los que nos ocupa el regreso a los cuarteles de invierno, en este caso a Almería, y tratar de volver a reamarte para afrontar el futuro. ¿Lo lograrán?