Utopías posibles

Luis Ibáñez luque

Currículo crítico, exito y comunidad

Pueden ser centros cerrados a cal y canto, donde solo se tiene en cuenta el punto de vista del profesorado

Hay centros educativos donde se trabaja muy bien lo que llamamos "currículo crítico". Son centros donde se tiene muy presente la transformación social, y saben que la escuela es el mejor instrumento para dicha transformación. Se incluyen aquí todo tipo de contenidos sobre la globalización, el cambio climático, las minorías, la coeducación, la interculturalidad, la cultura de paz… Hacen una excelente labor de toma de conciencia y posicionamiento frente a todos los problemas del ser humano. Estas escuelas no necesariamente cuentan con la participación y la voz de las familias y del alumnado. Pueden ser centros cerrados a cal y canto, donde solo se tiene en cuenta el punto de vista del profesorado. A veces, tampoco les preocupa demasiado que haya un gran nivel de contenidos, se desarrollen las capacidades y se tenga éxito escolar. Lo importante, dicen, es el proceso, y no los resultados.

Hay un segundo tipo de centros muy preocupados por todo lo académico. En ciertas ocasiones, son escuelas que funcionan muy bien, porque utilizan técnicas muy adecuadas para el aprendizaje. Saben muy bien cómo trabajar por proyectos, hacer exposiciones orales, buscar información, tienen un gran nivel de inglés… pero no se preocupan en absoluto por introducir la perspectiva crítica anterior, ni tampoco cuentan para nada con la comunidad. Tienen un punto de vista absolutamente eficientista. Su alumnado saldrá preparado, y esto es muy importante. Sobre todo cuando en contextos desfavorecidos.

Y por último, tenemos las escuelas que abren a la comunidad, cuentan con las familias y el alumnado, toman decisiones juntos, piensan, diseñan, sueñan y construyen juntos… En estos centros sí suele haber una clara preocupación por el éxito académico (las familias y el alumnado así lo demandan), pero no necesariamente se toca el currículo, ni los contenidos, ni las formas de evaluar, el tipo de conocimiento (memorístico o reflexivo) que se trabaja en la escuela, etc.

La escuela perfecta sería la que integrara los tres puntos de vista anteriores, que no son más que una caricatura, una radiografía de la realidad. Seguramente ninguna escuela es totalmente crítica, totalmente eficientista o totalmente abierta a la comunidad. La gama de grises es amplísima, pero la escuela del horizonte, la de la utopía que perseguimos, debe ser crítica, garantizar el éxito y ser totalmente abierta a la comunidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios