Inmaculada Urán y Javier Fornieles

Profesores

Enseñar oratoria

El curso que viene la Consejería de Educación propone dedicar media hora, en primaria, para aprender a hablar en público. La medida surge en Cs y muestra casi las mismas luces y sombras que el grupo político que la impulsa.

El propio consejero es un buen orador y Cs se caracteriza por confiar mucho en la eficacia retórica de sus figuras mediáticas y poco en la organización y la planificación.La propuesta empieza por admitir algo que permanece oculto: la enseñanza de la lengua y literatura no cumple -sobre todo en la secundaria- con los fines señalados en la legislación.

Las tareas principales de los profesores relacionados con esta materia son las de enseñar a hablar, leer, escribir. Proponer que se dé media hora y plantearlo como un proyecto innovador implica reconocer que la ley va por un lado y la práctica por otro.

El segundo paso es averiguar por qué ocurre esto. Una de las razones es que el profesorado no se identifica con estas actividades. No se les explica, por ejemplo, cómo se debe trasmitir ese conocimiento. Las facultades de filología no suelen dedicar un hueco a estos asuntos -la de Almería es una excepción por el trabajo de dos excelentes profesores de clásicas-; dan preferencia a los conocimientos teóricos de lengua y al estudio de autores literarios consagrados. Estos saberes son muy necesarios, pero no bastan. Los alumnos, los futuros profesores, entienden que ese es el modelo y que deben dedicar su tiempo a la sintaxis o la historia literaria más que a la lectura, la oratoria o la redacción.Dedicar media hora a la semana a esta cuestión supone detectar el problema. Pero la solución no deja de ser una ocurrencia no muy diferente a la de proponer media hora de chino mandarín. Cualquier cambio en educación hay que planificarlo con cuidado.

No basta con ponerlo en el Boletín Oficial del BOJA y con pensar que los profesores lo harán adecuadamente sin una preparación previa. Si se quiere de veras corregir un fallo grave -y este lo es-, hay que realizar un diagnóstico, buscar soluciones para llegar a los profesionales y reformar los grados en las facultades para que los nuevos profesores sepan cómo actuar.

En la noticia se afirmaba que con esa media hora Andalucía es la primera autonomía que se preocupa por la oratoria. Vale, pero será aún mejor cuando el titular indique que somos la primera autonomía que hace las cosas con cabeza. Falta hace.

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