Hechos frente a promesas

Los socialistas hemos reclamado que las palabras, o más bien mentiras del PP, se tradujeran en hechos

El nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha sido tajante frente a las dudas que, de manera orquestada, lanzan desde el PP de Almería sobre los proyectos pendientes: La voluntad del PSOE es no paralizar ni demorar nada de lo que técnicamente se haya contemplado hacer próximamente.

Remarco ese que se haya contemplado realmente desde el punto de vista técnico porque, con Rajoy en La Moncloa, la única verdad han sido la paralización del AVE y promesas de plazos a creer en un acto de fe. Por eso, lo primero que hará el nuevo Gobierno es una auditoría que constate que, como suele hacer el PP, no se hayan dado fechas por quedar bien o para remontar la falta de apoyo que tenía su partido ante citas electorales.

Los socialistas hemos reclamado que las palabras, o más bien mentiras del PP, se tradujeran en hechos. Y, desde la coherencia, seguimos queriendo realidades y estamos listos para pelear por el Corredor Mediterráneo. Lo que no tiene sentido, salvo el que le da un berrinche o una estrategia de patio de colegio, es que personajes como el ex alcalde de Almería y senador por el PP, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, recuperen la voz tras 7 años callados para retratarse con una enmienda a sus Presupuestos. Esos que, antes de perder el Gobierno, definían como los mejores para España y la provincia, especialmente en materia de AVE.

Como tampoco lo tiene que al alcalde de Almería, al que Rodríguez-Comendador puso a dedo, Ramón Fernández-Pacheco, haya vuelto a la fiebre epistolar recurrente con Madrid cuando Ayuntamiento y Gobierno se gobiernan por partidos distintos. Solo el temor a haber hablado de más sobre importantes asuntos explica reacciones así.

Lo reconoció él mismo al conocerse que el PSOE se hacía cargo del Gobierno: Anuncios sobre la cesión de la Estación de Renfe, el soterramiento o el Cable Inglés, para los que extendió la alfombra roja a De la Serna, no están reflejados en ningún sitio. Se sabe por experiencia que, con el PP de por medio, las palabras se las lleva el viento. Así que, por la responsabilidad que ocupa, debería de haber sido más riguroso.

Lo que necesitaba Almería del alcalde era de más documentos firmados y de menos fotos. Con las cosas así, en conseguir avanzar en todo eso trabaja ya el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que viene a abrir un nuevo ciclo de credibilidad y de acción responsable del que Almería, sin duda, se beneficiará.

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