José Andújar, un hombre de luz

Tutelando la literatura contemporánea del momento, cuidado las pequeñas flores que ardían ocultas sobre los tejados

Hace unos días nos arrancaban el alma con la noticia del fallecimiento de un buen hombre, de un hombre de luz, de una de esas pocas personas que saben atesorar las cosas más íntimas que humildes y en secreto mueven el mundo. Ha sido un fin de semana difícil, debo reconocerlo. Quizás, porque no hay mayor decepción que aquella que le asesta a uno cuando las cosas no salen como uno desea o quiere hacer. Por ese café pendiente o esa charla que nunca llegaría más. Por lo general, la pérdida de una persona a la que uno estima mucho, nos suele sorprender con las maletas de viaje a medio hacer. José Andújar Almansa fue, sin duda alguna, uno de los referentes literarios y poéticos de esta provincia que, gracias al trabajo junto con otros profesionales visionarios, como lo son José Luis López Bretones, Ramón Crespo, Juan Carlos Abril o Antonio Lafarque, la literatura escrita en Almería sí pudo atravesar fronteras, nos rescató del ostracismo y nos hizo mejores lectores. No sólo a través de los innumerables proyectos literarios que impulsaron, como el Aula de Poesía del Ayuntamiento de Almería o del Aula de Poesía de la Fundación Unicaja, desde finales de los noventa, sino gracias a sus trabajos como escritores, ensayistas y críticos. Tutelando la literatura contemporánea del momento, cuidado las pequeñas flores que ardían ocultas sobre los tejados.

Siempre fuimos conscientes del valor de las cosas, del valor de la amistad, del respeto, de la admiración, del silencio o, simplemente, del momento que estábamos viviendo. Pues la honestidad del ser reside en reconocer la virtud y José Andújar Almansa era una de ellas.

En mi retina permanece la última vez que coincidí con José Andújar Almansa. En aquella ocasión, le acompañaban José Luis López Bretones, Miguel Vega Blázquez y Juan Carlos Abril. En sus brazos, mil libros, con mil vidas cruzando sus sienes, como un batallón desembarcando en Normandía. Sus ojos siempre anclados a la luz, brillando como una noche estrellada, descerrajando esa leve sonrisa que sólo aquellos que han vivido el silencio conocen.

Hago mías unas palabras que un gran amigo, José Luis López Bretones, escribió sobre su partida: Prefiero no estar triste y recordar a José Andújar así. Prefiero recordarnos así. La imagen me parece un buen resumen. Descansa en paz, amigo. Qué extraña y breve fue la juventud.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios