Carta del Director/Luz de cobre

Medicina llega a la Universidad de Almería

El trabajo del rector durante estos años para lograr el Grado de Medicina merece todo mi respeto y mi reconocimiento

Septiembre quedará marcado en letras de oro en la historia de la Universidad de Almería y, posiblemente, también en la de la provincia. En ese tiempo comienza el curso universitario 2022-2023 y en torno a sesenta alumnos iniciarán su formación para ser médicos. Sesenta alumnos que no tendrán que salir de Almería a cursar sus estudios porque lo podrán hacer en su provincia, en su tierra.

Decía el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco, hace unos días en su artículo semanal en Diario que "en el último año, unos 300 alumnos almerienses pidieron el grado de Medicina en su primera opción. De éstos entraron 107 y la mitad tuvo que irse a estudiar a una universidad fuera de la comunidad andaluza. Hasta ahora quienes querían estudiar este Grado podían hacerlo en las Facultades de Málaga, Granada, Sevilla, Cádiz o Córdoba, o salir de Andalucía y acudir a alguna de las 47 facultades, entre públicas y privadas, que lo imparten en toda España".

El dato es más que revelador de una situación que se arrastra desde hace demasiado tiempo y que en cuatro meses será recordado como una anécdota.

El trabajo realizado por el rector de la UAL, Carmelo Rodríguez y todo su equipo en los últimos años merece mi reconocimiento y respeto. Como también el de la administración andaluza y estatal, que han sabido, pese a las reticencias iniciales, ver la trascendencia que para esta provincia y para su Universidad tiene le Grado de Medicina. Es probable que alguno de ustedes pueda pensar que no es una carrera más, que se necesita un alto nivel de cualificación en el profesorado y contar con un Hospital Universitario que facilite la integración y la formación del alumnado. Con seguridad que es así. No me cabe duda. Pero hay que entender también que la puesta en marcha de un proyecto de este calibre requiere cerrar y coser cada detalle. No dejar nada al libre al albedrío, a la espera de que fluya. Confío plenamente en el criterio de aquellos que trabajan para que el inicio sea lo más parecido a las expectativas y a la ilusión que hay depositadas en él. Y para ello no hay mejor antídoto que medir cada paso, minimizar errores, -que los habrá-, y estar a la altura de las esperanzas depositadas por la sociedad en el proyecto. El resultado, apostando de forma clara por el talento, no puede ni debe ser otro que el éxito. De cómo se gestione y de su diligencia va a depender en el futuro la imagen de la Facultad. Un grado que debe tener atractivo suficiente, no sólo para los almerienses que quieran cursarlo, sino para acercar hasta esta tierra a estudiantes que en el futuro sean médicos de referencia, no sólo para cubrir la demanda en centros de la provincia, sino en cualquiera de los hospitales del país. Con el Grado de Medicina Almería gana, la universidad se proyecta y nuestra confianza crece. Un trinomio perfecto.

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