Gobernar supone saber reaccionar ante las circunstancias y tomar decisiones para que la ciudad no se pare. La semana pasada los planes municipales para avanzar en la rehabilitación del Casco Histórico recibieron otro impulso con la presentación del nuevo cronograma de trabajo que llevará a nuevas actuaciones en el entorno de la Plaza Vieja, incluyendo en este caso la Plaza de la Administración Vieja, calle Juez y Calle Mariana, ámbito en el que se priorizará el tránsito peatonal.

Frente a las maniobras obstruccionistas y dilatorias de quienes creen que cuanto peor le vaya a la ciudad mejor les irá a ellos (recordemos la lona que durante largo tiempo vino a denunciar el símbolo de dejadez y abandono en que los socialistas convirtieron las obras de la Casa Consistorial cuando gobernaban la Junta), este equipo de gobierno viene poniendo más ganas, trabajo y compromiso por sacar adelante y hacer realidad nuestro acuerdo con los almerienses y el compromiso de actuar de manera decidida en la recuperación del Centro Histórico de Almería.

Y es que el psoe, cuyas siglas son sinónimo de factor limitante para el desarrollo de esta ciudad, podrá intentar ralentizar, cuando no paralizar momentáneamente, proyectos singulares que dinamizan la ciudad y generan oportunidades, como es el de la nueva Plaza Vieja. Pero, en ningún caso, anulará la decisión, firme, de recuperar nuestro Casco Antiguo.

Las artimañas con las que los socialistas quieren condenar este proyecto, sin duda revitalizador y transformador para una ciudad que quiere mirar al futuro, pero sin olvidar su pasado, motivan un cambio en la hoja de ruta, alterando el orden de las etapas previstas y anticipando, al próximo año, los planes de remodelación de la Plaza de la Administración Vieja y su entorno, simultaneada esta actuación con la adaptación interior de la Casa Consistorial.

Con el horizonte de 2022 para la conclusión de ambas actuaciones, pasamos de una actuación global, de dentro hacia afuera, a una que irá desde afuera hacia adentro, ajustando ámbitos de actuación y trasladando también al entorno de la Plaza Vieja los planes constructivos, en cuanto a diseño, previstos para su interior. Cambiamos el cronograma, pero no el deseo de seguir transformando el Casco Histórico frente a quienes se dedican a judicializar la política y entorpecer el futuro de la ciudad.