El ser humano, desde que es sapiens, no ha dejado de emigrar. Hay que ver, ¡qué empeño tiene este ser con eso de cambiarse de casa! ¡Y qué empeño con abandonar África! ¡Con lo grande que es to'o aquello! P'a "sapiens ibericus" es más que suficiente con saltar una valla: la del Rocío…

La medida de Boris Johnson mediante la cual se repatría a todo aquel ser humano que se considere ilegal, sin derechos, a toda aquella persona que en suelo británico no tiene documentación que le acredite debidamente, ha conseguido hacer exclamar, al unísono, a ámbitos tan distintos y dispares que es necesario reflexionar sobre el hecho. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es muy clara al respecto: ningún ser humano es ilegal; el Artículo 13.2 de la misma reconoce el derecho de cualquier persona a emigrar. Y esto es mejor que empecemos a aceptarlo; sobre todo aquellas personas que no están acostumbradas, a la vez que encantadas, con buscar justificaciones para limitar la movilidad de extranjeros pobres, eufemismo de ilegales.

¿Imaginan a SM Felipe VI enmendando la plana al Jefe del Ejecutivo, tal y como ha hecho Carlos de Inglaterra? ¿Sánchez aplaudiendo a Marruecos y SM afeándolo? No. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha puesto en su sitio al Gobierno Británico. Y desde aquellas islas se preparan para volver a la carga, convencidos de que ese es el camino. Los piratas sólo son románticos en las pelis de piratas. Llegan tiempos muy duros. Como no haya invasión rusa en los próximos días de cada uno de los países africanos que han sido esquilmados por tantas potencias europeas, no habrá manera de que reaccione la solidaridad entre las personas que habitamos nuestras sociedades modernas. Es muy posible que por aquí ande ya un más de nutrido grupo de humanos descerebrados que al grito de "mi líder es molona", vean más que natural, y necesario, el deshacerse de tan "perversos e indeseables seres" que pretenden mejorar sus vidas en una tierra, para ellos, prometida. Y es que si algo tiene "Molona" es lo clara que es: los pobres molestan, sobre todo si son extranjeros. Ella lo dice, como Boris. Como el Gobierno israelí contra Palestina. Como Rusia contra Ucrania. Y esto va calando. Hasta el día que se le ocurra a alguno reaccionar ante tanta inhumanidad. Ese día seremos todos solidarios y saldremos a la calle a señalar al terrorista. ¡Todo sea por este Desorden Mundial!

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