Pedro Osakar, la ciudad en llamas

URBAN CODES es una de las últimas series en la que ha estado trabajando Pedro Osakar

La subsistencia de la memoria pasa obligatoriamente por la necesidad de transitar los diferentes espacios conceptuales que el ser humano establece para relacionarse y para transmitir esa información a las diferentes sociedades. Pedro Osakar es uno de los artistas visuales más representativos del panorama actual que busca definir cuál es el espacio que, preciso, debemos circundar para cuestionar los modelos conceptuales vigentes. Pedro Osakar, Navarra, 1965. Artista visual, catedrático de la Universidad de Granada y Licenciado en Bellas Artes en la Universidad del País Vasco en 1988, es Doctor en Bellas Artes en la Universidad de Granada. Parte de su obra ha sido expuesta en MECA Mediterráneo Centro Artístico, bajo el comisariado de Fernando Barrionuevo y la dirección técnica de Rosa Muñoz Bustamante. Su trabajo artístico siempre ha estado comprometido desde un inicio con los temas principales de su investigación: los límites, la ambigüedad entre las disciplinas tradicionales del arte y el enfrentamiento a la tarea del arte desde un punto de vista fundamentalmente conceptual y antropológico.

URBAN CODES es una de las últimas series en la que ha estado trabajando Pedro Osakar. Funciona igual que las anotaciones de un cuaderno de viaje y un archivo imposible. Es una herramienta para la comprensión de un barrio en una ciudad cualquiera y las leyes no escritas que explican cómo nos relacionamos con la ciudad. Identificando, a través su obra, los mecanismos conceptuales que intervienen. Tomando, como punto de partida, la experiencia de los emplazamientos o las escenas subjetivas que acontecerán durante los días del encuentro.

Sus obras suponen el enunciado de una negación. La apertura para construir un discurso del espacio urbano con un sentido más crítico y político, donde se cuestionen la sociedad y sus valores. Establecer, desde una perspectiva reflexiva, las particularidades del modelo social actual y cuestionar sus valores y principios. Ofreciendo al espectador la posibilidad de participar en ese proceso de redefinición de los espacios o lugares colectivos.

En esta serie, Pedro Osakar hace que la ciudad en llamas cobre vida y se convierta en un lugar de tránsito, con calles sometidas al abismo y al caos, donde el artista trabaja la memoria que perdura como señal y síntesis del orden o de la evaluación de todo aquello vivido.

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