Opinión

Antonio Hernando Vera

Abogado

SABOR AMARGO

Vendrán más años malos y nos harán más ciegos vendrán más años ciegos y nos harán más malos. Vendrán años tristes y nos harán más fríos y nos harán más secos y nos harán más torvos". Lo escrito por Rafael Sánchez Ferlosio hace años pudiera aplicarse, si no lo remediamos, a la situación que vivimos. Viendo desde la intimidad del hogar el pleno del Congreso celebrado con nocturnidad y tristeza, nos queda un amargo sabor a desesperanza. Pareciera como si algunas de sus señorías pensasen que lo importante es prepararse para una batalla que tendrá lugar después de la guerra.

Lo urgente y sustancial es la guerra: atender a los enfermos, contener la pandemia y derrotar al COVID-19. Seguirá una postguerra cruenta y de duración incierta. No hay precedentes de cómo abordar las consecuencias en el sistema económico y financiero mundial de la paralización sustancial durante semanas y meses de la actividad industrial, comercial y de servicios. Se van a perder millones de puestos de trabajo en todo el mundo con dramáticas consecuencias para las economías familiares. Reconstruir nuestras maltrechas economías y afrontar unidos una postguerra con profundas heridas en nuestro tejido social y económico, será mucho más trascendental que cualquier batalla política o partidista. No sirve de nada que las armas se están velando en los cuarteles de invierno de los diferentes partidos políticos, si la pretensión es usarlas al día siguiente de finalizar el estado de alarma. Afilar los cuchillos para cuando haya pasado lo peor no será útil para afrontar lo que se avecina en los próximos meses. No habremos aprendido nada, nuestros políticos tampoco, si no somos conscientes de que las cosas no pueden volver a seguir siendo como fueron. Después de todo lo que está pasando las cicatrices van a ser duraderas, y necesitaremos un esfuerzo colectivo para sacar el país adelante. Los presupuestos generales del estado para afrontar esa situación en nada se parecerán a los que el gobierno estaba preparando antes del mes de marzo. Igualmente han saltado por los aires las previsiones económicas, de crecimiento o de gasto. Para la postguerra precisaremos de unos presupuestos y una política económica apoyada por una amplia mayoría parlamentaria. Habrá que trabajar mucho, ceder mucho y hacer muchos más esfuerzos, para conseguir que estos tiempos tristes no nos hagan más ciegos, más fríos y más torvos.

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