Carta del Director/Luz de cobre

En defensa del AVE, acto político el día 10

Los sobresaltos de agosto no han ido más allá de los que ha provocado la pandemia que sigue acogotándonos

El verano ha sido tranquilo. Entre la quinta ola del coronavirus y el descanso de los "guerreros" de la administración, obligado y merecido, el mes de agosto concluyó ayer con la normalidad que da el sesteo estival; la obligada ausencia de la Feria y la vista fija en el curso político que mañana se inicia.

Los sobresaltos no han ido más allá de los que ya conocemos provocados por la pandemia que nos acogota, la ruptura de las normas sanitarias de aquellos que se creen inmortales y la falta de respeto de los habituales, encaramados en el olimpo de la idioticia y en la cima del monte Fuji ficticio de los dioses del sumo, la cultura manga y el anime, que no geishas.

Todavía adormilados por las siestas, con los días aún eternos y la depresión posvacacional llamando a la puerta, regresamos como nos fuimos: con las alforjas vacías y con escasas esperanzas de encontrarlas llenas del maná de las administraciones que tanto nos deben.

En unos días, en concreto el día 10, la Cámara de Comercio se ha enfrascado en un gran acto en defensa del AVE con Murcia. Con seguridad es la primera vez, en muchos años de reivindicaciones, que alguna entidad ha sido capaz de coger el toro por los cuernos, ponerse el mundo por montera, y afrontar una reivindicación de forma tan directa.

Dejar a un lado las presiones y caminar en la defensa de Almería es la mejor de las noticias que nos podemos encontrar en septiembre. Y es que pese a las chinas en el camino, trabajar por esta provincia ha sido, es y debe ser el "lei-motif" que justifica por si mismo a una entidad como la que dirige Jerónimo Parra. Una lucha que inició, y fue pionero José Antonio Picón, que continuó con acierto Francisco Martínez Cosentino, José Antonio Flores y Diego Martínez Cano. Pero no será hasta dentro de diez días cuando Almería, la provincia, liderada por la Cámara de Comercio, sea capaz de poner negro sobre blanco las carencias de esta tierra, el cachondeo que se traen con las fechas, la acumulación de mentiras durante años de aquellos que han alcanzado el gobierno para una obra tan importante, como el tren que debe abrir nuestro camino con Europa y con la capital del reino.

Así pues, abran la mente, olviden por unos días el sentimiento de marginalidad que nos ha podido acompañar por aquello de estar en la esquina del país, pónganse las mejores galas y acudan a la llamada de aquellos que tratan de alcanzar las metas que por PIB (Producto Interior Bruto), por trabajo, por merecimiento, emprendedores y todos aquellos sustantivos y adjetivos que quieran poner, y muestren al país que esta provincia existe, reclama y está viva. Allá de aquellos que se cobijen en la ideología pacata para ahuecar el ala y no poner sus reales por una causa más que justificada. Suelten lastre y defiendan la provincia. Almería lo merece.

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