Carta del Director/Luz de cobre

La hora de retratarse

En la era marianista las cifras del Estado con Almería han adelgazado casi en modo de dieta de la zanahoria

Con la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez, al Partido Socialista le ha llegado la hora de retratarse con la provincia de Almería. Desde el 13 de diciembre de 2011, fecha en la que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa, hicieron de las infraestructuras y el agua bandera de oposición. En casi siete años de Gobierno popular, rara ha sido la semana en la que no nos hemos encontrado un recuerdo de los retrasos de las obras del AVE, el déficit hídrico y la desaladora de Villaricos anegada. Obras todas ellas fundamentales para esta tierra, largamente demandadas por los ciudadanos y en "stand bye" por obra de la crisis y por el establecimiento de prioridades del gobierno marianista.

Han sido años en los que los Presupuestos Generales del Estado han adelgazado para esta provincia hasta dejarlos en modo dieta de la zanahoria. Cifras bochornosas, casi de escándalo, que aquí hemos permitido y tolerado hasta con buena cara. Nuestro grado de credulidad ha sido tal, que incluso elevamos a los altares al ministro, ya ex, Íñigo de la Serna cuando osó aparecer por Almería, prometer el AVE para 2023, dejarnos sin obras hasta 2019 -ya casi han pasado dos años desde la promesa- y convertir lo que iba a ser un proyecto de primera, con doble vía, en uno de segunda, con la mayoría del trazado en una sola y con una velocidad que nunca alcanzaría los 300 kilómetros por hora de otros trenes que unen, por ejemplo, Madrid con Barcelona, con Málaga, con Valladolid o con Sevilla. Y esas estábamos cuando llega a La Moncloa un nuevo inquilino. Un Pedro Sánchezágil, dinámico, que con una jugada maestra logra derrocar al poder establecido y cumplir su sueño. Pero ahora toca gobernar. Ahora toca enfrentar la realidad y cumplir con las promesas y propuestas de las que, hasta hace uno días, hacían bandera sus correlegionarios. Es la hora de retratarse, la hora de conocer qué va a pasar con las obras del AVE entre Almería y Murcia, qué tipo de vía se va a imponer y, lo que es más importante, cuál es el plazo de ejecución. Hay que retratarse con la licitación de proyectos y con la adjudicación de obras. Vamos, lo que viene siendo de forma coloquial que las máquinas empiecen con los movimientos de tierra. Todos estaremos muy pendientes, pese a los plazos de cortesía que se le dan aquellos que llegan, en conocer si la desaladora de Villaricos, anegada por las tormentas hace cinco años, por fin dispondrá de fondos para reflotarla. Y también es importante, si el presidente Sánchez cumple su promesa de acabar con los trasvases como hizo hace un par de meses en Castilla-La Mancha. Vamos a estar vigilantes al extremo. Si las críticas al PP se transforman en realidades, la provincia lo agradecerá. En caso contrario, sumaremos una nueva decepción, con lo que la credibilidad de todos quedará a un nivel tan bajo que recuperarla será poco menos que imposible.

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