En Almería, la gestión de los parques y jardines se apoya en actuaciones respetuosas con el medio ambiente a pesar del incremento de costes que supone adaptarse a estos cambios. Es un gasto de presente, pero una inversión de futuro. Es verdad que los almerienses vivimos en la ciudad en donde menos llueve de España, pero precisamente por eso somos muy sensibles con nuestros parques y zonas verdes. De hecho, en la actualidad Almería cuenta con más de 2.131.000 m2 de zonas verdes repartidas por todos sus barrios. Introducir infraestructuras verdes como escenario para el encuentro ciudadano y la actividad física, especialmente en los nuevos espacios construidos, está constituyendo un elemento transformador de la experiencia urbana. En este sentido, como recién nombrada presidenta de la Red de Gobiernos Locales y Biodiversidad de la Federación Española de Municipios y Provincias, he representado a Almería en un interesante foro celebrado esta semana en Madrid en el que, de la mano de dos entidades tan importantes en el ámbito de la biodiversidad como la Asociación de Empresas de Infraestructura Verde (ASEJA) y la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), he podido exponer las líneas de trabajo que estamos poniendo en marcha en Almería para conseguir que todos vivamos en una ciudad más verde y sostenible y en la que cada día se respire mejor. Para ello, el área de Agua, Zonas Verdes y Agricultura del Ayuntamiento cuenta con un presupuesto anual superior a los trece millones de euros, lo que supone un incremento de más del 12% para el mantenimiento de parques y jardines respecto del último presupuesto. De ese modo, la gestión de los parques y jardines urbanos almerienses contribuye a la conservación de nuestra biodiversidad, promoviendo la plantación de especies autóctonas y la creación de hábitats naturales. Entre las actuaciones más notables en este sentido hay que señalar los Jardines Mediterráneos de La Hoya junto a la Alcazaba, la actuación verde en el Parque de la Goleta o la reciente remodelación vegetal del entorno del recién inaugurado Museo del Realismo. Queremos seguir trabajando en esta dirección, generando infraestructuras verdes para su uso como lugares de esparcimiento, actividades al aire libre, interacción social y reducción del estrés y la contaminación. Un objetivo de hoy que afrontamos mirando a los almerienses del futuro.