En los primeros días de mayo de 1809 ocupó Almería el General Belair, acompañado del motrileño Francisco Javier de Burgos, dependiendo de Sebastiani, prefecto de Granada. En Berja se creó un distrito administrativo del que dependían, además de Berja, Adra, Dalías, Darrícal, Benínar, Lucainena, la antigua taha de Andarax (a la que perteneció Alcolea) y la taha de Lúchar; al frente de este distrito pusieron a Francisco de Castañeda, vecino de Berja. Los franceses situaron un destacamento en Ugíjar, otro en Adra y otro en Roquetas. En Berja no pusieron ninguno, porque contaban con el apoyo de los afrancesados, que eran muchos, y no lo consideraron necesario.

Los bienes de de las iglesias pasaron a la recién creada Administración de Bienes Nacionales. De estos bienes se aprovechaban los franceses y los afrancesados. Todas estas circunstancias fueron enalteciendo cada día más el espíritu patriótico, que estaba un poco dormido, además del odio a los franceses. Aparecieron guerrilleros y partidas por toda La Alpujarra. Del Moral nos ha dejado un importante documento sobre el alcalde de Otívar en su lucha contra los gabachos. "…Juan Fernández alcalde de Otívar…Era excelentísimo tirador con mucho uso y manejo en la escopeta. Tenía un famoso caballo; súpolo Sebastiani y se lo envió a pedir o quitar y, estando él con un compadre suyo en una de las haciendas, se presentaron los cinco gabachos de la partida comisionada para el caballo. El sargento lo pidió a nombre de su general y a nombre de Dios le respondió Fernández poniéndolo de un balazo panza arriba y enseguida a otros tres, que perdidos por la aspereza del terreno no pudieron huir. El último cogió sin lesión y con él escribió a Sebastiani, firmando su compadre también, y desafiando a toda Francia…"

En Válor hubo otro alcalde que declaró la guerra a los franceses y les causó mucho daño a sus tropas. También surgieron otras partidas importantes por toda La Alpujarra, como fueron la capitaneada por el coronel Villalobos en Berja, la del Moreno de Ohanes, la de Mena y las de Antonio Daza y Gabriel Lirola en Dalías.

Por la parte contraria tenemos al afrancesado y tristemente famoso don Martín de los Llanos, médico de Berja. Don Martín se destacó rápidamente por ser afrancesado radical. A la vez se creó en Turón y Murtas una partida al mando de "un loco calavera" llamado Vinagra. Éste salió al encuentro del médico cuando se dirigía a Granada a llevar abundantes regalos al general francés Sebastiani y tras asaltarlo en una impresionante emboscada, se lo quitó todo; luego repartió el botín entre sus hombres y a los comisionados para el regalo los hizo prisioneros y los llevó a Alcolea. Allí permanecieron prisioneros y solo fueron puestos en libertad cuando sus familiares pagaron el rescate impuesto en onzas de oro.

Don Martín de los Llanos montó en cólera y se marchó rápidamente a Granada y contó al gabacho todo lo ocurrido con el Vinagra, sin duda engordando el regalo. El 6 de septiembre de 1810 don Martín se dirigió a Alcolea con su gente para dar un escarmiento a los alcoleanos por haber dado cobijo al Vinagra. "Los de Alcolea lo recibieron a escopetazos y lo hicieron retroceder hasta el Barranco de los Caballos" al día siguiente, desde Berja y con el apoyo de una compañía del ejército francés se dirigieron nuevamente a Alcolea entrando en el pueblo al amanecer "…saquearon el pueblo y asesinaron a muchas personas, hombres, mujeres y niños. Volvieron a Berja orgullosos de su acción". También quemaron todos los archivos. Todas estas acciones que nos narra del Moral debieron tener lugar entre abril y septiembre de 1810, pues el cura de Alcolea don Francisco de Rivas escribe en el Libro de Defunciones de la parroquia la siguiente nota: "…el día siete de septiembre del año pasado de mil ochocientos diez, entraron las tropas imperiales a sangre y fuego en este pueblo…" a continuación da la relación nominal de los muertos, seis mujeres y treinta y dos hombres. El 17 y 18 del mismo mes fueron asesinados otros dos hombres. En total 40 personas. Muchos de los vecinos huyeron al Presidio de Andarax (actual Fuente Victoria) y Fondón. Al regresar a Berja los hombres de don Martín vendieron lo robado en Alcolea, incluidas las ropas y alhajas de la iglesia; todo esto ocurría mientras los franceses mataban a los alcoleanos que se refugiaron en Fondón.

El 16 de diciembre, cuando don Martín descansaba con su tropa en Berja, los alcaldes de Otívar y Válor quisieron darle un susto y pronto recibió la noticia de que ya estaban con su tropa en Benínar. Tocó generala, cargó todos los utensilios de campaña y con su gente salió a recibir a su rival, tomándole la espalda por el río Escarientes; el de Otívar lo rechazó con su gente y empezó el tiroteo por encima de Darrícal. "…el médico y su tropa, a galope, huyeron todo el día…dispersos por Celín y la Covacha, llenos de pavor corrieron toda la noche por el campo de Dalías…"

El alcalde de Otívar con su partida se marchó a Berja y saqueó el pueblo, ensañándose con las casas de aquellos compradores de las ropas y alhajas robadas en Alcolea.

Cuando los franceses abandonaron España don Martín y su gente se fueron a Francia con las tropas del general Soult.

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