Lo que debió de hacerse hace varios años, está sin hacer, por desacuerdo entre el partido del Gobierno, el PSOE, y el principal partido de la oposición, que es el PP. Mientras que el PP considera que la elección de los nuevos vocales corresponde a los que conservan su cargo, el PSOE estima que esta designación corresponde al Gobierno. Para complicar aún más el desacuerdo, Podemos e Izquierda Unida quieren intervenir en la negociación porque consideran que ésta la tiene que hacer el Gobierno en bloque y no sólo el PSOE.

Hasta ahora, la dimisión de Carlos Lesmes, sacrificándose para intentar llegar a un acuerdo entre Gobierno y oposición, como dice el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, no ha cambiado la situación; sigue como estaba, hecha un desastre. El resumen es que el PP quiere que la renovación del Consejo General del Poder Judicial se haga con los miembros de la carrera judicial. Y esta exigencia no es compartida por el Gobierno, y su postura, supondría una injerencia política en el poder judicial.

Seguramente que Europa no ve con buenos ojos esta injerencia, porque el Consejo General del Poder Judicial tiene funciones de gran importancia. Precisamente, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha pedido a la Fiscalía que investigue la actuación de un grupo que interpreto una canción, durante la fiesta de Vox en Madrid, en cuyo estribillo se repetía Vamos a volver al 36. Uno de los vicepresidentes de Vox rechazó la polémica, interpretando que lo que dice la canción es "que no queremos nos lleven al 36" y añadió "queremos unidad, generosidad, una España unida que camine hacia la prosperidad de las familias y las empresas". Muy buenos propósitos, para los que hace falta claridad de ideas y dejar a un lado algunos intereses partidarios, en lugar de la habitual falta de generosidad de los partidos, para lograr ese fin.

Mientras en Cataluña, la salida del Gobierno catalán de JxCat parece que no ha puesto nervioso a ERC, que tiene un plan para seguir al frente del ejecutivo, sin el su respaldo. Sin embargo, el presidente del Grupo de C´s del Parlament reclama nuevas elecciones en Cataluña y reprochó al primer secretario del PSC, Salvador Illa, que lance un flotador a un gobierno acabado.