La violencia que a todos nos daña

Para poner freno a la violencia de género necesitamos la unión de todas las voces. Jamás sobrarán los consensos

Para poner freno a la violencia de género necesitamos la unión de todas las voces. Jamás sobrarán los consensos. Así, un año más, todas las personas que sentimos como propio el dolor y el miedo de una mujer maltratada, hemos trasladado al resto de la sociedad almeriense nuestra repulsa ante la violencia contra las mujeres, como manifestación extrema de la desigualdad y del sometimiento en el que viven muchas mujeres en todo el mundo, lo que supone una manifiesta vulneración de los derechos humanos. A lo largo de los últimos días habrán visto y leído noticias sobre los diferentes actos que en toda Almería se han celebrado para concienciar a la sociedad de lo necesario que resulta actuar decididamente contra las causas de esta lacra, cuya magnitud nos obliga, una vez más, a alzar nuestra voz para insistir en que es necesario educar en igualdad, trabajando codo con codo con centros educativos, familias y medios de comunicación para acabar con el maltrato y ayudar a que las mujeres que salen de este amargo trance tengan no sólo nuestro apoyo emocional, sino los medios materiales necesarios para rehacer, junto a sus hijos, su camino en la vida. Desde el Ayuntamiento de Almería, a través del área de Familia, Igualdad y Participación Ciudadana que dirige la concejal Paola Laynez, ponemos especial interés en la divulgación y en la concienciación como elementos claves en la superación de este drama. Y lo enfocamos hacia el sector en donde creemos que es más necesario: los más jóvenes. Para ello programamos charlas, conferencias y talleres dirigidos a los alumnos, porque estamos convencidos de que los valores hay que inculcarlos por igual en las aulas y en las casas. Los más jóvenes, los que desde muy pequeños están siendo educados en los valores del respeto y la igualdad son la generación que va a poner fin a esta otra pandemia que es la violencia doméstica, la violencia de género o la violencia contra la mujer. Por eso pido a toda la sociedad almeriense una actitud firme de rechazo a esa violencia que a todos nos daña. La concienciación doméstica sobre el alcance real de esta tragedia cotidiana es un poderoso factor de ayuda que, estoy convencido, está aportando y aportará sus frutos en el futuro. Del mismo modo, quiero insistir en que tan grave como la misma agresión es la pasividad o indiferencia del entorno de la víctima. Ante una canallada no podemos mirar hacia otro lado.

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