Tribuna

Antonio López Romero

Periodista

Abuelo Pepe

José López ha viajado en las manos de Regina desde su Adra natal hasta el gran museo irlandés, para quedarse cuatro meses en los que se podrá contemplar el retrato

Abuelo Pepe Abuelo Pepe

Abuelo Pepe

No es el inicio de una carta, por lo menos de una carta convencional. Se trata del título de un soberbio retrato realizado a lápiz por la artista portuense Regina Carbayo (1985). Con esta obra, tan sobria como intensa, esta creadora gaditana ha expuesto la imagen más cercana de su abuelo materno, el almeriense José López, ni más ni menos que en una sala de la Galería Nacional de Irlanda, la pinacoteca más importante de ese país. Regina ha participado recientemente en la tercera edición del certamen Hennessy Portrait Prize 2016 de Irlanda, especializado en el descubrimiento de nuevos creadores del retrato en sus múltiples elementos y técnicas (dibujo, pintura, fotografía, técnica digital…) al objeto de revitalizar el retrato contemporáneo. Su obra fue seleccionada de entre más de 400 trabajos de los que han sido elegidos un selecto grupo de catorce, entre lo que se encuentran artistas consagrados como el fotógrafo Kim Haughton, que trabaja para la prestigiosa revista Vanity Fair o para el Sunday Times Magazine. La representación del ya octogenario abuelo Pepe, fiel a su imagen actual, ha sido también muy valorada y ha tenido el privilegio de quedar expuesta en una de las salas de la National Gallery, del 26 de noviembre pasado hasta el 26 de marzo de 2017. Regina ha debido de competir y comparte galardón con un ramillete de grandes retratistas de la fotografía o la pintura. Es por ello que el mérito de su obra es aún mayor. No hay ningún otro dibujo a lápiz escogido, lo que dice mucho de su técnica. En poco más de 113 X 91 cm, ha sabido plasmar con precisión fotográfica el rostro de su abuelo. El modelo ha sido todo un reto de superación y de viaje al interior que todo artista realiza cada vez que se enfrenta a la tarea de plasmar la imagen de un ser querido.

José López ha viajado en las manos de Regina desde su Adra natal hasta el gran museo irlandés, para quedarse cuatro meses en los que el público podrá contemplar el rostro modelado por los años de un hombre bueno. No todos los grandes hombres de Irlanda podrán decir que han tenido su retrato expuesto en esta pinacoteca de primera fila mundial.

Regina es fiel a su postulado artístico: la exploración del alma a través de la mirada de un anciano que, con una sonrisa dedicada a su nieta artista, mientras posa con gran orgullo, está revelando toda una vida sin necesidad de decir nada. Y Regina cambia un mensaje que podría haber escrito a su abuelo Pepe y lo transforma en un dibujo, con un realismo tal, que no necesita fondos que distraigan su contemplación.

La presencia de Regina Carbayo en la vida cultural y artística de Irlanda y España va creciendo a pasos agigantados en los últimos años, desde que acabase sus estudios superiores en la Universidad Politécnica de Valencia, con un trabajo constante y sacrificado en ambos países. De sus manos saldrán muchas obras brillantes con la mezcla de sencillez y complejidad con que es capaz de dotar a sus creaciones de manera magistral.

Por establecer paralelismos entre el hoy y el ayer, la National Gallery guarda entre sus fondos más preciados varias pinturas, copias de Velázquez, como retratos encargados por el filósofo e historiador irlandés William Hartpole Lecky al artista.

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