Cataluña mon amour Cataluña mon amour

Cataluña mon amour

En En esta partida inquietante que seguimos los españoles, el objetivo final de los secesionistas catalanes se ve cada vez menos realizable. Pese a la tenacidad de Puigdemont y Asociados, la presencia cada vez más palpable del Estado de Derecho ha hecho mella en conspicuos independentistas que ven ahora peligrar "la pela" y se bajan apresuradamente del proyecto con más miedo que audacia.

El Gobierno de esa coalición de iluminados y radicales revolucionarios se resquebraja y Puigdemont trata de aminorar las deserciones fulminando Consejeros que no muestran esa entrega sin límites que exige la causa. La radicalización del Gobierno de la Generalitat es asunto de preocupación. Atrapado entre ERC y las CUPs el títere Puigdemont ya no tiene otra salida que hacia adelante sin más límite que su propia ignorancia y la temeridad de los fuera de la Ley. En tanto funcionarios, empresarios, secretarios de ayuntamientos, mossos de escuadra y políticos que se ven enredados en el "procés", ya miran con temor las cartas llegadas a cada uno de ellos advirtiéndoles de las consecuencias patrimoniales y jurídicas caso de no atenerse a los principios constitucionales y la legalidad vigente. Es de temer la presión del Estado español dice Puigdemont? .¿ Que esperaba?¿ tal vez que le enviaran de Madrid una banda de música para solemnizar el momento estelar de proclamación de la nueva República de Cataluña?. Pues resulta que D. Mariano Rajoy parece haberse percatado que corre sangre por sus venas en vez de horchata. Y ahora si se ha comprometido en declaraciones a su rotunda oposición a que culmine este reto claramente delictivo que atenta directamente contra la igualdad de todos los españoles, y sus derechos constitucionales. Yo, he de decirlo, he dudado de su capacidad de respuesta, pero creo sus palabras porque son un compromiso sagrado para con España y con los españoles. Lamentablemente puede que haya oportunidad de comprobar esta firmeza en fechas próximas. Una de las posible soluciones, la más señalada, es el artº 155 de la Constitución reclamado por Felipe González, Alfonso Guerra, José Maria Aznar y tantos dirigentes y juristas de ideologías dispares. El muy ambiguo Pedro Sánchez pone reparos y dice que no apoyará al Gobierno caso que decidiera aplicar este artículo en clara contradicción con aquella primera declaración de apoyo al Gobierno contra este desafío a la Nación española. Poco de fiar el nuevo Secretario General del SOE que flaquea en su firmeza en un asunto crucial para los españoles. Sin embargo hay un problema de difícil solución al respecto. La normativa que regula la aplicación de este artículo es harto compleja y jamás se ha puesto en práctica. Los plazos a los que viene obligada la tramitación en el Senado son varios y entre ellos la necesaria comunicación al Presidente de la Comunidad afectada el cual podría dilatar estos trámites con la oportunidad y malicia tal que finalmente no llegara a tiempo para la aplicación total o parcial del artº 155.En la Constitución de Alemania, artº 37, está claramente expresada y regulada la imposibilidad de atentar contra la integridad territorial de la República Federal, asimismo en Italia, artº 126, incluye la inmediata disolución del Parlamento regional en casos similares a los que hoy presenta Cataluña. España se inspiró en estos conceptos para redactar el artº 155 de nuestra Constitución, pero no hubo previsiones sobre la deslealtad, la sedición y rebeldía de una región española. Hubiera debido prevenirse lo complejo de este procedimiento y caso de haber logrado decisión política de aplicarlo y el deseado consenso con los principales partidos, haber comenzado en el mes de mayo. Pero no es esta la única solución a este desafío separatista. Se dice que El Gobierno podría aplicar la Ley de Seguridad Nacional aprobada con el PSOE en 2015, sin embargo no está suficientemente claro que sea de inmediata aplicación en este caso. En esencia esta Ley nació para combatir el terrorismo nacional internacional y hay quien opina que encajarla en casos de sedición resultaría una interpretación muy forzada. Queda también la más rotunda de todas, la declaración del Estado de excepción en Cataluña circunstancia excepcional que otorgaría poderes de actuación inmediatos y expeditivos para usar todos los resortes del Estado, incluyendo cualquiera capaz de atajar de manera fulminante esta rebelión. La Ministra de Defensa ya se ha pronunciado públicamente al respecto en declaraciones que solo han expresado lo que prevée la Constitución española en su artº 8 al respecto. Y siguiendo la línea habitual de este Gobierno está el Tribunal Constitucional si bien son muchas las voces en la política y en la judicatura que reclaman al Gobierno no abuse de parapetarse en la Justicia cuando el Estado de Derecho y la Constitución ofrecen posibilidades más contundentes aunque supongan compromiso directo con la causa de España. En medio de esta partida las tentativas de la Generalitat sobre la situación de la teórica nueva República han supuesto un fracaso palmario. Ningún país miembro de la UE ha mostrado la mínima simpatía por esta causa de los sediciosos catalanes. Tampoco los países más influyentes del mundo que corroboran la democracia española y la integridad territorial de España. Los exclusivos aliados de Puigdemont y Asociados se reducen al Gorilato de Venezuela y sus satélites cubanos. Por supuesto la familia de Jordi Pujol al completo en la felicísima oportunidad de la nueva República para seguir saqueando a mansalva sin trabas legales de la catalanísima Justicia en este paraíso prometido. Quede como final de estas líneas la declaración de Jean Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea sobre Cataluña; "… ante la eventual separación de una parte de un Estado miembro de la UE, o la creación de un nuevo Estado, este no sería neutro respecto a los tratados europeos. Si Cataluña se independiza de España tendrá consecuencias, no tendría sitio en la UE".Cabe imaginar la interpretación de estas palabras de Oriol Junqueras, Arturo Mas, Carlos Puigdemont, Ana Gabriel y el tal Rufian. Seguro que ya han proclamado el espaldarazo de la UE a la nueva Cataluña Independiente.

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