Tribuna

Dr. Alejandro Bonetti M.

Aficionado taurino

Prefiero la elegancia

El periodismo taurino almeriense que he conocido ha gozado de un gran prestigio, elegancia, pero sin descalificaciones baratas ni de mal gustoA los cuatro vientos abogo y reclamo desde esta destacada tribuna la elegancia en la prosa, pero también una prosa educada y por supuesto inteligente

Prefiero la elegancia Prefiero la elegancia

Prefiero la elegancia / javier alonso

En nuestro quehacer diario, en el conjunto de nuestras actividades cotidianas a lo largo del día, vemos reflejados en los actos que nos rodean, el estilo de la sociedad en la cual vivimos.

Con mucho la elegancia, es un valor, que, en vez de prevalecer, va en desuso. Y ello está reflejado en la prosa, la cual debemos tanto de cuidar y mimar con esmero.

Muy recientemente un 'afamado' periodista taurino, se mofaba del Presidente de la Plaza de Toros de Roquetas, dejándose caer con las siguientes palabras: "El 'Presidente Metepatas' de la afable Roquetas". Y todos ustedes se preguntará el porqué del término, tan despectivo. Muy sencillo, no otorgó la segunda oreja al torero, que en ese momento estaba en el ruedo (Perera). Ha juicio de este crítico, motivo cuanto menos de ejecución. Sin olvidar que era su primera corrida que presidia, al estar recién nombrado.

No presencié la corrida en el coso roquetero, pero sí he consultado con aficionados muy de prestigios y todos coincidían que no fue faena para una segunda oreja.

Me da vértigo pensar que la ciudad de Almería y su provincia, puedan tener una colección de metepatas, a partir de ahora, a la opinión del muy docto periodista, entiéndase los Presidentes de las Plazas de Almería, Berja, Huercal Overa..., sin incluir a la Centenaria plaza de Vera, donde su Presidente, a la sazón, nombrado por el docto periodista, es un manantial de aciertos en el noble Arte de Cúchares.

El periodismo taurino almeriense que he conocido a lo largo de más de cuatro décadas, (Jacinto Castillo, Paco Bernabé, Benjamín Hernández, Jorge Pérez) ha gozado de un gran prestigio y se ha caracterizado por su destacada amabilidad, elegancia, no excepto de polémica, pero sin descalificaciones baratas y de mal gusto.

A los cuatro vientos, abogo y reclamo la elegancia en la prosa, pero también una prosa educada y por supuesto inteligente.

Los seres humanos solemos ver la mota en el ojo ajeno, pero no la piedra en el nuestro.

PD. Mi recuerdo eterno para Fausto Romero, con el cual compartí muchas tardes de Tertulias Taurinas en el Gran Hotel y siendo un aficionado muy exigente, sabio y visceral, siempre le caracterizo la elegancia en el lenguaje. Densanse en paz.

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