Tribuna

Mª DOLORES LOZANO SERRANO

Abogada

¿Sólo nos queda el poder judicial?

¿Acaso no sabíamos que se trata de los derechos fundamentales de cualquier ser humano? Incluso de los seres humanos desamparados

¿Sólo nos queda el poder judicial? ¿Sólo nos queda el poder judicial?

¿Sólo nos queda el poder judicial?

Recurriré al relato esquemático para no cansar al posible bienintencionado lector:

- Casi 200 personas -adultos, jóvenes y niños como nosotros- es el "botín" del tan

manido último rescate del Open Arms, amén de mucho otros.

- Parece que el sentido común y la humanidad -sin contar a cientos de miles de ciudadanos de a pie que exigen a gritos que se imponga la solidaridad únicamente ha triunfado tras la decisión de Tribunales -en este caso italianosque ha ridiculizado al resto de poderes -legislativo y ejecutivo- tanto de nuestra Unión Europea como de nuestros estados supuestamente democráticos, sociales y de derecho, además de adheridos a todos los Tratados sobre Derechos Humanos habidos y por haber.

¿Acaso no sabíamos que se trata de los derechos fundamentales de cualquier ser humano? Incluso de los seres humanos desamparados…

- ¿Cuáles son nuestros tan proclamados y aireados principios y supremos valores? ¿Y la coherencia y la solidaridad? ¿Qué políticos -elegidos democráticamente y sometidos al imperio de la ley- y qué intereses -de todo tipo- gobiernan nuestros destinos y por supuesto los de los desfavorecidos? Y al final, ¿quién decide verdaderamente lo que hay que hacer o no, y cuáles son las prioridades? ¿No lo sabíamos?

- Y para quien piense que esto es "filosofar " inútilmente y que no va con él, que las cosas mundanas que nos interesan son las que nos tocan personalmente, vayamos a casos concretos, que suceden todos los días a ciudadanos como nosotros, acomodados, decentes, trabajadores del primer mundo… -perdonen la ironía-, con derecho a vacaciones… Al grano, familias "normales" disfrutando de sus merecidos descansos, junto a amigos, hijos, padres y madres ya mayores… que de pronto ven alterada su tranquilidad por un robo de noche en su propia casa.

- Consecuencias sólo económicas por suerte, no daños personales, susto de muerte… agradecidos incluso porque los nuestros no han sido agredidos… llamada telefónica a las fuerzas y cuerpos de seguridad, policía local, guardia civil… y ¡sorpresa!, responden: "No se preocupen, enviaremos a la patrulla que de una vuelta por el barrio -nunca llegaron (son pocos y muy ocupados)- y, a partir de las seis de la mañana, pueden venir al cuartel a poner la denuncia, les atenderemos encantados".

- Caras de estupor, enfado, resignación, miedo… no hay nada que hacer (las huellas del asaltante te las guardas para otra ocasión, parece que a nuestras autoridades no les hacen falta…)

- Y la casualidad quiso que, en el mismo lugar, dos días después, a las cinco de la tarde se produjera una mínima colisión entre dos turismos, sin más consecuencias que daños materiales y ¡sorpresa!, en cinco minutos se personaron -previa llamada telefónica- dos fornidos policías, bien uniformados y armados, con su buen vehículo y sus buenas cámaras para fotografiar lo sucedido… su misión, en este caso, ayudar a los dos sufridos y atribulados conductores a elaborar un simple parte de declaración amistosa de accidente.

- Pensemos, ¿quién dirige el modo de proceder de nuestras autoridades? ¿Qué intereses superiores son los que se protegen con su intervención? Acaso no lo adivinan? Pues, en este supuesto, exclusivamente los de las aseguradoras de los vehículos implicados en la ínfima colisión.

- Recordemos a nuestros primeros ciudadanos, los que fueron víctimas de noche de un robo con escalada, y que sufrieron pérdidas económicas importantes también, más el pánico de haber visto invadidas impunemente su integridad física y psíquica, no cuentan para nuestros políticos, autoridades… que han de servir, como en el caso de los olvidados y vulnerables náufragos que inundan nuestros mares -y perdón por la comparación-, otros intereses superiores que nada tienen que ver con nuestros supuestos estados democráticos y sociales de derecho. ¿Acaso no lo sabíamos?

- ¿Sólo nos quedan los jueces?… ¿Es el poder judicial solo el que ha de responder a las necesidades de los ciudadanos, "con o sin papeles", enfrentándose incluso al resto de poderes -legislativos y ejecutivos? Esperemos su respuesta, aunque demasiadas veces llegue demasiado tarde… O ¿acaso no lo sabemos?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios