Tribuna

Jorge Caparrós

Abogado

Tempestades de corrupción

Si hacemos hoy día una búsqueda en cualquier buscador común y tecleamos: "Indultos corrupción" sólo y exclusivamente aparecen los casos de España

Indultos a corruptos Indultos a corruptos

Indultos a corruptos

Normalmente no me gusta entrar en política, pues creo que el desgastado debate político sólo conduce a una opinión preestablecida de cada uno. Soy de la derecha, soy fascista; soy de la izquierda, soy rojo… ¿Es así no?... Quisiera dar mi opinión y ser lo menos generalista posible pero partiendo de un hecho que afecta directamente a mi campo e indirectamente a la imagen de este país.

Estaba leyendo sobre la reciente iniciativa para la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para que los indultos a condenados por corrupción sean ilegales y por tanto queden prohibidos. Veréis la Ley del 18 de Junio de 1870 establece en su artículo primero que: Los reos de toda clase de delitos podrán ser indultados, con arreglo a las disposiciones de esta Ley, de toda o parte de la pena en que por aquéllos hubiesen incurrido. La intención de la reforma es no incluir dentro de este artículo a los acusados por corrupción, especialmente a los que tengan un cargo público. Imagino que porque son los que más daño han hecho al futuro de España y porque si ha tenido facilidad para manipular y mentir a un país, podrían auto-indultarse a través de favores de mutuo acuerdo. Pero esto no es lo interesante, pues lo más suculento estaba en las palabras del Ministro de Justicia al decir: "No hay país en el mundo que haya hecho tanto contra la corrupción"…

Cuando sumo todo el historial corrupto de este país, me doy cuenta de que tampoco recuerdo otro país que haya hecho más para favorecer la corrupción. El pillaje, en especial político, ha sido en este país un derecho fundamental, y con frases como la del Ministro de Justicia pienso: ¿Por qué continúas vendiéndome humo?

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ó OECD, los países que más hacen en su lucha contra la corrupción son, para sorpresa de nadie, Alemania y Gran Bretaña. Pero hay algo aun más llamativo y es que si hacemos hoy día una búsqueda en cualquier buscador común y tecleamos: "Indultos corrupción" Sólo y exclusivamente aparecen los casos de España, incluso si añadimos tras esto las palabras Gran Bretaña y Alemania, sigue apareciendo España. ¿Esto es porque estamos avanzados en la carrera anti-corruptela gracias a la nueva reforma de la LEcrim (Ley de Enjuiciamiento Criminal) que trata de erradicar los mencionados indultos?... No, es porque en otros países ni se plantean que el indulto esté asociado a la corrupción y menos de un cargo público. Existen mil listas comparando las medidas tomadas por cada país en su lucha, por lo que aun creyéndome que otros países también lo hicieron. Incluso aplaudiendo la apuesta por la modificación de la ley, sólo tengo que echar la mirada atrás y fijarme en un pequeño detalle: Estamos a las puertas de 2017, y aun a día de hoy, no he escuchado un "Lo siento" de aquellos que fueron acusados. Y es cierto, la presunción de inocencia fue la base de mi segundo artículo en este periódico, pero aquí no solamente el rio suena, sino que el agua nos ha cubierto hasta el cuello de forma fría y desconsiderada.

Aun hoy en mi ciudad veo carteles de las pasadas elecciones y esto siempre me hace pensar que en una época en la que la publicidad y la imagen de "todo va bien y lo irá los próximos cuatro años" es necesaria para ganar unas elecciones, ¿cómo no han pensado que la imagen de castigar, condenar y no perdonar la corrupción (o al menos demostrar humildad y pedir perdón), es la mayor de las promociones?

¿España está a la cabeza de la lucha contra la corrupción? Gran Bretaña ha hecho arrestos, impuesto sanciones, obligado a pedir disculpas públicas simplemente por no destrozar más lo que sin duda debería ser la sangre de todo gobierno… la confianza. Esta modificación de la ley es un pequeño paso tras una corrupción que crece a pasos agigantados y nos dormimos en la esperanza de que algo está cambiando. Pues no estamos en una guerra sino en una persecución de todo un estilo de vida apoyado en pilares de mentira y malversación. Pero es triste pensar que somos el país menos inteligente en el ámbito político, pues si mañana viese a un señor presidente con unas esposas subiendo a un coche de policía pensaría: Ahora puedo respetarte, porque me has demostrado que respetas más al país que a tu propio beneficio. Confiaría más en un partido juzgado y condenado, que en uno que aun hoy se auto-declare inocente y se niegue a pisar las salas por miedo a dar una mala imagen. ¿Y vosotros?

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