Tribuna

Javier Soriano

Coronel de Infantería DEM en reserva

A la fiel infantería

A la fiel infantería A la fiel infantería

A la fiel infantería

De estas letras: "Estos son españoles, ahora puedo hablar encareciendo estos Soldados y sin temor, pues sufren pie quedo con un semblante, bien o mal pagados. Nunca la sombra vil vieron del miedo y aunque soberbios son, son reportados. Todo lo sufren en cualquier asalto. Sólo no sufren que les hablen alto.", del poema "El sitio de Breda" de D. Pedro Calderón de la Barca, escritor y Soldado de Infantería en los Tercios de Lombardía y Flandes, a estas otras: "El día 8 de Diciembre hace frío, mucho frío, pero nunca bastante para frenar a la Infantería, que con un trajecito de dril, derrite la nieve de los montes y la escarcha de los ríos difíciles y el hielo que oprime los corazones en desgracia….", del poema "A pie y sin dinero, pero el amo del mundo", de nuestro Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Nobel de Literatura y también Soldado de Infantería D. Camilo José Cela, 400 años en el tiempo, pero los mismos valores y espíritu de nuestra Infantería, que un año más rendirá homenaje a la Inmaculada Concepción este 8 de diciembre, no sólo como Patrona de España, sino también como su Protectora.

Tendríamos que remontarnos a ese día de 1585, en Flandes, para encontrar el origen del patronazgo de la Infantería por la inmaculada Concepción. Tres Tercios españoles, los de los Maestres de Campo Bobadilla, Mondragón e Iñiguez, alcanzaron la victoria de un modo que nosotros no dudamos en calificar de milagro y los historiadores holandeses de desafortunada concurrencia de circunstancias insólitas.

Los tres Tercios españoles constituían el grueso de la Infantería de la que disponía Alejandro Farnesio en Flandes, en total algo más de cuatro mil veteranos Soldados. Estos Tercios recibieron la orden de ocupar la isla de Bommel, formada por los ríos Mosa y Vaal, decisión discutible ya que esta isla estaba totalmente protegida por diques y era fácilmente inundable, como así ocurrió. Anegados los campos al efectuar el enemigo múltiples cortaduras en los diques que contenían las aguas del Mosa, los nuestros se vieron obligados a establecerse en algunos islotes formados en los lugares más altos, entre ellos uno junto a la iglesia de Empel, quedando cercados.

La situación se tornó desesperada ya que, además del cerco cada vez más estrecho, hubo que sumarle la escasez de víveres y equipos. Pero obviando los detalles, me gustaría destacar los hechos más significativos que dieron lugar a que estas operaciones no quedaran en sí como una victoria más de los Tercios, sino que pasara a la historia con el calificativo de "el milagro de Empel".

El primero de estos hechos fue el momento en que el enemigo, ante la precaria situación de los nuestros, envió un parlamentario para instar a la rendición, quedando para los anales de la historia de los Tercios la respuesta del Maestre de Campo Bobadilla: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». El segundo fue el descubrimiento por un Soldado de una imagen policromada de la Inmaculada Concepción, pintada en una tabla, cuando cavaba una trinchera cerca de la Iglesia de Empel en la noche del 7 de septiembre. Y el tercero fue el cambio

brusco de las condiciones meteorológicas que se produjo en la madrugada del 7 al 8 de diciembre, con un frio inusual acompañado de un viento huracanado, convirtiendo en hielo la superficie de aguas que rodeaban a los nuestros, de tal forma que se pudo caminar sobre él para atacar por sorpresa al enemigo, el cual, ante nuestro ataque y la posibilidad de quedar sus barcos bloqueados por el hielo, comenzaron a abandonar las zonas anegadas en busca de la salida hacia las aguas libres del Mosa, no sin antes sufrir un número elevado de bajas y la pérdida de barcos y artillería.

Tras la victoria, ante la imagen de la Inmaculada Concepción, esta fue proclamada protectora de estos Tercios por sus propios Soldados, patronazgo que tres siglos después (el 12 de noviembre de 1892) tomaría rango oficial al declararla la Reina Regente María Cristina Patrona del Arma de Infantería.

Siglos de historia de nuestra Infantería que ha sabido evolucionar al ritmo de los tiempos, adaptándose a los nuevos procedimientos, las últimas tecnologías y los más sofisticados materiales, pero a la vez ha sabido preservar los valores y el espíritu de antaño, al amparo de su Patrona la Inmaculada Concepción, cuya celebración cobra este año especial significado al coincidir con el primer centenario de los Infantes legionarios.

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