Tribuna

JUAN CASTILLA

Jubilado y promotor para la economía en África

Las guerras y sus consecuencias

La declaración hecha por las cinco potencias nucleares, que se comprometen a no utilizar la bomba atómica en caso de conflictos, a mí me ha creado muchas inquietudes

Las guerras y sus consecuencias Las guerras y sus consecuencias

Las guerras y sus consecuencias

La declaración de principios hecha por las cinco potencias nucleares, que se comprometen a no utilizar la bomba atómica en caso de conflictos entre ellos, a mí me ha creado muchas inquietudes y considero que no aleja de Europa la posible contienda Rusia /OTAN. No debemos subestimar la fuerza destructiva de las armas convencionales de hoy, estas tienen una potencia suficiente para remplazar las bombas atómicas de 3 a 5 megatones. Las armas convencionales no propagan radioactividad, pero si productos tóxicos que ingerimos. Los documentos de los aliados vencedores informan de que unos mil millones de toneladas de armamento y municiones son las cuantías recuperadas y almacenadas para ser destruidas de la manera más rápida y económica e indican que fueron sumergidas en el Mar del Norte y el "Canal de la Mancha" y litoral de Normandía, ocurrió finalizada la 1ª y más tarde la 2ª guerras mundiales. Sabemos que el 1% de esa cantidad de armas eliminadas corresponde a armas con los componentes químicos del gas mostaza y de arsénico, hoy la corrosión de la munición deja escapar componentes que absorben los peces y terminan en nuestro plato. Al finalizar la 2ª contienda, un número importante de barcos mercantes cargados de bombas fueron hundidos intencionadamente para deshacerse de ellas, hoy se descubre que a un Km. de la playa belga de Knocke-Heist un cementerio con unas 35 mil toneladas de bombas reposan deterioradas en una profundidad de 10 metros y según sus identificaciones aun visibles se estima que contienen unas mil quinientas toneladas de la composición del gas mostaza y de arsénico que alimentan los peces de la zona. Hoy los especialistas consideran que es muy peligroso tratar de recuperarlas para destruirlas en tierra ya que su gran deterioro puede precipitar la contaminación marina a un alto nivel, sin embargo, se han detectado en diferentes pescados tumores cancerosos en sus hígados y estos analizados tenían productos de origen militar. Mientras tanto los ecologistas y verdes de la UE se preocupan de un hipotético cambio climático. Los antiguos campos de batalla, están aún repletos de plomo de las balas, enterradas a unos 50cm en el suelo, sueltan en las lluvias sus componentes tóxicos, arsénico y antimonio, el plomo dad lugar al saturnismo y se fija en los embriones y fetos de animales y seres. Otros contaminantes como el mercurio también están presentes. Hoy en Francia en zonas de la 1ª Guerra Mundial donde yacen toneladas del plomo de las balas, mercurio y arsénico se plantan patatas, remolacha azucarera y en praderas pastan vacas de las que recibimos leche, carne y manteca. No olvidemos el DDT, indestructible que aun envenena tierras agrícolas de US y Europa, bueno no hablaré del "Agente Naranja" expandido en Vietnam sobre miles de hectáreas para quemar y envenenar la vegetación y tierras, bueno hubo centenares de abortos y malformación de fetos, pero todo eso era para llevar la democracia y los valores occidentales a ese país, en ningún caso fue un acto criminal. Durante años, las potencias atómicas han estado tirando al océano Atlántico, en la zona de las fosas marítimas, toneles con basura nuclear prisionera en cemento, creían que iría al fondo de las fosas donde pretendían no había vida, olvidaron el Principio de Arquímedes, los bidones nunca llegaron al fondo de las fosas y que decir del envió de las basuras de ciudades en barcazas y hundidas en el océano, nos envenenan y destruyen nuestro planeta, bueno quizás alguna vacuna nos salven de ello. La UE no toma decisiones en lo que concierne ese problema de contaminación de los mares y de las tierras por las municiones, solo el CO2 se penaliza, la munición abandonada en el mar, por ineptos y políticos cómplices, estas municiones son olvidadas envejecen plácidamente gratificándonos de sus venenos. Hoy las municiones no utilizables, son destruidas en industrias especializadas, pero las peligrosas son las abandonadas en el mar y la tierra.

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