Tribuna

José Mª Martínez de Haro

Escritor y periodista

El moño y las burbujas de jabón

Me dicen quienes saben, que este actor de reparto con moño y pendientes es el Vicepresidente segundo del Gobierno, yo creí que era una nieta de Lola Gaos que campaba por los telediarios. Error mío que no distingo a un miembro del Gobierno de España. Y he de decir que tiene un punto gracioso el atuendo y los aderezos, zarcillos incluidos, del Vicepresidente Segundo. Para los más puristas falta un toque de peineta tan hispano (con perdón). De otra parte el moño resulta fundamental para cualquier "republiqueta" que se precie, una república sin moños ni pendientes ni ligueros rojos no iría a ninguna, lo castizo son el moño y los aretes, avales imprescindibles de lo democrático y lo popular. No habría pues que objetar reparo alguno si se diera el caso, que pudiera ser, que el Vicepresidente hubiera de asumir temporalmente la Presidencia del Gobierno y en este rango asistiera a actos oficiales en Organismos Internacionales, La OTAN, la ONU, la Comisión Europea, El Banco Mundial, etc. en representación de España con moño y pendientes, camisa faldera y una cassette con música del Fary. Sería muy apreciado ese toque original ante el mundo entero asombrado otra vez del progreso de España.

A la vista del éxito de esta "coiffure "no resultaría extraño que un Ministro de la República Federal de Alemania se presentara en el Bundestag luciendo trenzas rubias, que el Presidente del Gobierno holandés luciera una larga cabellera de ondas al agua tal que Rita Hayworth, incluso que el Presidente de EE UU fuera al Congreso ataviado de Toro Sentado con plumas y trenzas apaches. A buen seguro los ciudadanos alemanes, holandeses y americanos aplaudirían emocionados. Todo es posible en esta etapa de las democracias populares y populistas, en ello estamos en España y avanzamos sin pausa. Y En ello está Iglesias y los ideólogos de cafetín que se pasan por el moño lo que resta de dignidad entre los españoles. Habría que ver si Iglesias se atrevería a aparecer en la Cámara de los Torys con el susodicho moño y los pendientes .La responsabilidad y la dignidad institucional habría de ser reflejo de la responsabilidad y dignidad de todos y cada uno de los ciudadanos. Una sociedad responsable y digna se siente capaz de reclamar respeto y exigir a sus gobernantes sus obligaciones de representatividad colectiva ya sean sobre el fondo o las formas de dicha representatividad. En este caso, el moño de Iglesias es la evidencia de casi todo lo que ocurre, ¿qué puede importarle al Vicepresidente su función representativa ante quienes le votaron y quienes no le votaron e incluso le aborrecen?. A la vista de la performance le importa un moño cardado o repeinado como símbolo y estampa más elocuente de hacia dónde se conduce a este país.

Todo esto es el reflejo del quebranto en España de las normas y principios que rigen en cualquier democracia europea. En todos los países de la UE, sin moños ni pendientes, se respeta la separación de poderes y la independencia de los órganos e instituciones que ejercen el equilibrio y control de los actos de gobierno. Aquí ha desparecido de facto todo rasgo de independencia como lo prueba la presencia de la que fuera Ministra de Justicia como Fiscal General del Estado y el uso pro gubernamental de la misma convertida con Dolores Delgado en Abogacía General del Gobierno. Quedarán para la ignominia las declaraciones vergonzosas y vergonzantes del fiscal Luis Navajas en las televisiones señalando a algunos compañeros como burda coartada a su escrito al Tribunal Supremo solicitando el rechazo a todas las querellas contra este Gobierno cuando es manifiesta la magnitud de víctimas mortales y el drama social a causa de la gestión de esta pandemia. El Gobierno populista de clara influencia comunista se pone el moño por montera para facilitar las permanentes cesiones a los golpistas catalanes y filo etarras vascos. Los pactos amables con grupos y partidos filo terroristas como Bildu y otros que mantienen avivado el rescoldo de los años de plomo en País Vasco y Navarra. Quedará para los anales de esta etapa negra el pésame del Presidente del Gobierno al portavoz de Bildu en el Congreso de los Diputados por el suicidio de un asesino de ETA sin haberse pronunciado jamás por los suicidios de miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sobrepasados por el estrés y emocionalmente heridos por esta situación incalificable donde las victimas no encuentran apenas un gesto o una palabra que pudiera mitigar su dolor. Las constantes cesiones a ERC y JpC vulneran el mas adormecido sentido de Estado y entrega a los secesionistas las herramientas para una o varias repúblicas independientes de España.

Que Iglesias ataviado de Lola Gaos lance su aviso formal en el Congreso que en España no volverá a gobernar jamás el centro derecha, que publicite a diario su objetivo de derribar la Monarquía, liquidar la Constitución y que anuncie un régimen comunista de carácter totalitario ya no es ninguna sorpresa. Que el Gobierno comience a tramitar los indultos a los presos catalanes del procés condenados por graves delitos por el Tribunal Supremo tras un juicio justo tampoco ha de sorprender. Que el Presidente o miembro alguno del Gobierno jamás hayan salido a defender la figura del Rey Felipe VI y la institución que encarna vituperada, insultada y agredida en miles de actos vandálicos culmina ahora en la decisión del Gobierno de prohibir la presencia del Rey en Barcelona para presidir como es costumbre el acto oficial de entrega de despachos a los nuevos miembros de la carrera judicial. Las palabras del Presidente del Tribunal Supremo en dicho acto y los escritos firmados por miembros del CGPJ así como los manifiestos de la mayoría de asociaciones de jueces señalan la gravedad de esta decisión y la ruptura de una tradición basada en la Constitución de 1.978 que señala que la Justicia se administra en nombre del Rey. Todo es bochornoso y señala un debilitamiento de la democracia que apenas puede calificarse de tal y puede describirse dentro de una peligrosa anormalidad institucional y deslealtad a la Corona.

Hay una partida planteada contra esta nación y la están ganando quienes planifican el asalto desde las instituciones con el BOE como principal palanca que levante los cimientos de la democracia, la Constitución y el Estado de Derecho. Esto podría significar un retroceso de las libertades y la ruptura de cualquier vía de convivencia que no fuera la adhesión al nuevo régimen. Apenas quedan instituciones que asaltar ni barreras legales que derribar. El Rey, la Justicia, aquellos pilares que se consideraban imbatibles ahora se ven erosionados y abatidos como los últimos diques ante esta avalancha que llega. Y en estas, se nos ocurre escribir sobre el moño entrando en la artimaña tan antigua de soltar burbujas de jabón y distraer la mirada.

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