Casi 90 minutos estuvieron compareciendo ante la prensa los dos concejales de Vox de Roquetas de Mar sobre los que pesaba la amenaza de expulsión por parte de la dirección nacional, si no renunciaban a la subida de sus sueldos como concejales y a la dedicación exclusiva. Este viernes acababa el plazo dado por la dirección nacional de Vox para que renunciaran a lo aprobado en Pleno. Y no hizo falta que Vox los expulsara, pues han sido ellos los que han decidido marcharse.

Francisco Barrionuevo y Antonio Inocencio López estallaron contra el que ya no es su partido y se dieron de baja como militantes. Ambos anunciaban sus dimisiones como concejales delegados y pasarán a ser ediles no adscritos, inicialmente sin responsabilidades de gobierno. La pelota ahora está en el tejado del alcalde, Gabriel Amat, a quien se dirigieron tras la rueda de prensa para comunicarle su decisión. Renuncian a sus delegaciones –Turismo y Gestión Tributaria, respectivamente– y también a sus sueldos, esos cuya subida ha sido la espoleta que ha detonado la bomba en la formación de derechas. Aunque, si el alcalde les pide que continúen al frente, es más que probable que lo hagan y en ese caso, sí, cobrarían los sueldos correspondientes.

Los ediles repartieron palabras gruesas y acusaciones por doquier, todas ellas dirigidas a miembros de su partido, comenzando por su ya ex compañero en el grupo municipal, José Ignacio Cerrudo, siguiendo por los cargos provinciales, autonómicos y nacionales, especialmente Rodrigo Alonso, Rocío de Meer y el propio Santiago Abascal, de quien dijeron que “no tiene ni idea” y por el que se han sentido “utilizados por un puñado de votos”.

Según sus palabras, los ediles llevan meses recibiendo amenazas de otros militantes roqueteros y ya han interpuesto una querella que ahora piensan ampliar. “Hay una minoría de personas en Vox que son fascistas, racistas, antisemitas e islamófobos, y venimos denunciándolo al partido desde el principio, pero ni en Almería ni en Madrid nos han querido escuchar nunca”, indicó Barrionuevo, quien asegura, como su compañero, que “no hemos venido a servirnos de la política, sino todo lo contrario, a trabajar y es lo que hemos hecho cada día desde que tomamos posesión de nuestros cargos. Hemos dedicado 12 y 14 horas de lunes a lunes, y hasta lo haríamos gratis, pero siempre y cuando fuera igual para todos”, defienden. “Hay cargos de Vox en otros municipios, o en la Diputación, que tienen sueldos mayores y trabajan mucho menos que nosotros”.

Entre los asuntos que denunciaron se encuentra la imposición desde el partido de los asesores que les ayudarían en su labor diaria municipal, acusando de “nepotismo” a Vox. “Gente que está cobrando de todos los roqueteros pero que ni aparecen por el Ayuntamiento, y que se dedican a servir a los intereses del partido, pero no de Roquetas”, afirmaron. Según esta versión, “nos han puesto personas no cualificadas, para su bien, para sus directivos y primeras espadas del partido, para que no estén aquí, sino ayudando a la campaña electoral”, añadiendo que son del entorno de Rocío de Meer: “Son mujeres de militares de la base de Viator, no cualificadas y de las que no nos han dejado ver ni su currículum y que no aparecen por aquí y cuestan 80.000 euros a los roqueteros”.

Ambos ediles fueron más allá en la denuncia pública de la situación que dicen vivir, asegurando que en Vox Roquetas hay personas “fascistas, racistas, antisemitas, islamófobas” que llevan meses siendo “hostigados” y “amenazados” por ellos. “Ahí afuera están”, indicaba López durante la rueda de prensa, celebrada en la Sala de Comisiones del Ayuntamiento. De hecho, una pareja de la Policía Local custodió la puerta durante la reunión con la prensa, y acompañó a ambos ediles a su finalización. Abajo, en la puerta del Ayuntamiento, se pudo ver a José Ignacio Cerrudo y a varios militantes de Vox.