Entrevista Gabriel Amat - Alcalde de Roquetas de Mar

“Todas las mentiras acaban en los tribunales, y allí archivan, archivan y archivan”

  • Gabriel Amat resiste en su legislatura más bronca y también la más atípica, la séptima, la de la pandemia y su crisis, que le obligará en 2021 a reducir gasto en obras y aumentarlo en prestaciones sociales

Amat, en el balcón de su despacho, sobre la Plaza de la Constitución de Roquetas de Mar.

Amat, en el balcón de su despacho, sobre la Plaza de la Constitución de Roquetas de Mar. / Rafael González

Gabriel Amat transmite tranquilidad y fuerza a partes iguales en la recta final de su carrera política. Cercanía durante la hora de conversación y una sensación de tener hechos los deberes pase lo que pase. En las entrevistas siempre mira al pasado, a aquel año 95 en el que el Consistorio “debía hasta la gasolina de sus coches”. Pero también al futuro, y éste pasa ahora por salir de la crisis mundial que todo lo condiciona. Mientras charla con el periodista, observa desde su despacho cómo una trabajadora municipal atiende en la plaza a una persona que no lleva puesta la mascarilla. La llama al móvil y le pide que deje de atenderla si no se coloca el tapabocas. Es lo que toca ahora. Salir de esta. Juntos y con responsabilidad.

–¿Qué situación sanitaria hay actualmente en Roquetas?

–En este momento está bien, no voy a decir que para tirar cohetes, pero está muy bien en relación a cómo hemos estado en otros momentos, bastante fastidiados y complicados. La residencia la tenemos perfectamente, que es lo más vulnerable. Gracias a Dios lo tenemos todo bastante bien. En los análisis que hacemos en el agua, Roquetas está bien, a diferencia de otros municipios, que tienen grados diferentes al nuestro. Ojalá podamos seguir en la misma línea de ahora, muy distinta a otros momentos pasados. Eso no quiere decir que no estemos preocupados, lo estaremos mientras tengamos esto encima. Pido a todos los ciudadanos de Roquetas que nos ayuden a mantener el municipio como lo tenemos. La responsabilidad de cumplir la normativa sanitaria es misión de todos.

"Algunos de los concejales no hacen política, sino otras cosas que dañan más a las personas”

–¿Ha afectado mucho a la economía de los roqueteros? ¿Cómo se les está ayudando desde el Ayuntamiento?

–Ha afectado mucho, sobre todo al sector turístico y servicios. Estamos ampliando el plazo de ayudas para facilitar más tiempo para que vayan pagando el IBI. Estamos ayudando a muchas familias que no se les corta el agua, a través de Hidralia. Hemos ayudado y lo estamos hacienda con un proyecto de ayudas a pequeña y mediana empresa de 3 millones de euros. Hemos sacado la primera parte y ahora empezaremos a repartir lo que le corresponde a cada uno. No se ha agotado la cantidad, queda bastante y vamos a ampliar con más ayudas. Vamos a aumentar el porcentaje en otra nueva remesa de ayudas y vamos a llegar hasta un 70%. Esto se hace porque no se ha agotado la partida de 3 millones y queremos agotar hasta el último euro para ayudar a todos. Todo el dinero llegará a los bolsillos de los ciudadanos.

Amat, en su despacho de Alcaldía. Amat, en su despacho de Alcaldía.

Amat, en su despacho de Alcaldía. / Rafael González

–¿Cuál es la situación económica del Ayuntamiento?

-Está pasable, podríamos decir. Está mucho mejor que cuando yo entré en el año 95. Aguantamos el tirón, teniendo en cuenta que ahora tenemos que dar más facilidades a la gente para pagar impuestos como el IBI. Tenemos que ayudar más a la gente y gastar más dinero en prestaciones sociales. El capítulo 1 y 2 del presupuesto, personal y mantenimiento, son muy importantes en el Ayuntamiento y tenemos que tener mucho cuidado si no queremos volver otra vez a tener las dificultades del año 95. En el capítulo de ayudas a los ciudadanos que lo necesitan no podemos bajar ni un euro, al contrario, subir como lo estamos haciendo. ¿Dónde podemos tocar? Pues si tenemos que hacer cinco obras, haremos tres de las más necesarias, pero tendremos que buscar la forma de subir las prestaciones sociales, trabajar diariamente para que tanta gente que lo necesita encuentre el respaldo del Ayuntamiento.

"Llevo casi 15 años siendo machacado, con mentiras y difamaciones, y todo se queda al final en lo que es: una mentira”

–Así que esta situación afectará al próximo presupuesto...

-Va a estar muy condicionado, sí. No podremos llegar, seguro, a la misma cantidad del año pasado. Tendremos que bajar.

–Uno de los dos motores económicos del municipio, el Turismo, está muy en horas bajas. ¿Cómo se podrá regresar al menos a la situación que había antes de la pandemia?

–No va a ser fácil. Habíamos conseguido en la provincia de Almería tener un turismo que pasó de 7 vuelos a la semana a más de 140. Digo habíamos porque yo estaba como presidente de la Diputación, conjuntamente con mi equipo de Gobierno y con el vicepresidente y Diputado de Turismo, Javier Aureliano, que hizo un trabajo exquisito para traer más turistas cada día al municipio de Roquetas y a toda la provincia. Fue difícil, nos costó mucho trabajo y tuvimos que hacer muchos convenios con los turoperadores para lograr esas cifras. Eso estaba conseguido, tras algunos años de trabajo. Ahora vamos al aeropuerto y lo tenemos más vacío que en los años 80, que había un avión que iba a Madrid y para de contar. No va a ser fácil recuperar el sector turístico. De los 33 establecimientos hoteleros de Roquetas tenemos uno abierto. Eso lleva consigo una cantidad de trabajo que no se está haciendo y muchísima gente que ha ido al paro. Gente que toda su vida han estado trabajando en los hoteles, miles de personas que ahora no tienen donde ir. Están en su casa porque su establecimiento de toda la vida está cerrado. Eso no va a ser fácil, es el peor drama que podemos tener en el municipio de Roquetas. Y no solo hablamos de los hoteles, sino también de los restaurantes. Si antes un sábado se salía a cenar, o un domingo a mediodía, ahora intentas salir lo menos posible, y todo eso hace daño a la economía.

–Ha recibido muchas críticas por mantener cerradas las instalaciones deportivas. ¿Se arrepiente?

–No me arrepiento, en absoluto. Nunca se pueden hacer las cosas perfectas, pero yo me encontraba con una competencia que tenía que asumirla el Ayuntamiento. Y todos sabemos en los meses de marzo-abril-mayo cómo hemos estado. En algunos momentos hemos pasado muy de sobra los 500 contagios por 100.000 habitantes. Yo cerré todos los parques, todas las instalaciones y todo lo que tenía que cerrar. Gracias a eso se empezó a bajar. Parece que no nos acordamos ya de cuando hablábamos de Roquetas sobre todos los contagios que tenía. Era uno de los municipios que más tenía. Ahora es uno de los que menos. Todo esto se ha conseguido por las medidas que tomamos en su momento. Ahora la situación es mejor y la pasada semana firmé el decreto para levantar el cierre. A principios del año que viene el teatro va a empezar a funcionar. La Escuela de Música está ya también abriendo las puertas, cumpliendo la normativa sanitaria. Vamos buscando la forma de ir funcionando, a medio ritmo, con mucho cuidado. Lo que está claro es que no podemos volver otra vez a tener lo que hemos tenido anteriormente. Porque eso es malo para todos.

–¿Por qué está siendo tan bronca la legislatura? ¿Es la más difícil que ha vivido?

–Encuentro que ya no es política lo que hacen algunas personas. Algunos de los concejales que están en la institución no hacen política, sino otras cosas que dañan más a las personas. Tengo la experiencia, mala, de que llevo casi 15 años que me llevan machacado, me llevan con difamaciones, con mentiras, y todo se va quedando en lo que es. Una mentira que a base de estar todo el día machacando parece que se la crean que es verdad. Pero hay algo muy claro: donde termina esa mentira es en los tribunales, y allí archivan, archivan y archivan. Esa persecución la han trasladado a la institución, al ayuntamiento. Ahí está la agresividad en algunos plenos. Piden la dimisión por algo que no existe. Algunas personas, con poca vergüenza, que sí les existe, vienen a pedir mi dimisión diciendo algo de lo que no hay nada. Y además, en este momento difícil, que lo que tenemos que hacer es trabajar para ver de qué forma podemos hacer que nuestra gente esté mejor, qué podemos hacer para ayudarles. Luego está la rutina diaria del Ayuntamiento: mañana encontraremos un bache, una cosa sucia… porque es un Ayuntamiento grande y se está llevando con gran eficacia, pero perfecto no lo vamos a hacer nunca. Siempre vamos a encontrar una papelera que el viento la ha volcado. Siempre habrá algo por lo que recibir críticas, y otras veces, incluso, alguien lo pone para hacer la foto.

–¿Le compensa tanta presión como soporta?

–La mayor satisfacción que tengo es que nada de lo que me acusan es cierto. Me han acusado de que yo era copropietario o tenía relación con 265 empresas. De las 265, ya solo me queda una. También hubo una querella por el teatro, que la archivaron, llegó a Granada (TSJA) y la archivó. Otra por el centro comercial o, bueno, cinco o seis demandas. Todas archivadas. Hasta el último momento el Consejo Consultivo perdió una demanda y le obligaron a hacer un informe favorable a la licencia pedida por el Ayuntamiento. También el caso de La Fabriquilla… hemos tenido 13 o 14 años de persecución continuada. Eso no lo digo yo, lo dice una sentencia, que así lo refleja, y eso (la persecución) no está permitido por ley.

"No va a ser fácil recuperar el Turismo. De los 33 hoteles de Roquetas sólo hay uno abierto. Mucha gente ha ido al paro”

–¿De todo esto, qué es lo que más le duele?

–La imagen de todo lo bueno que se está haciendo en Roquetas siempre se rompe. Cuando sale cualquier noticia de este tipo favorecer no favorece. Pero la gente ya conoce a Gabriel Amat y saben que todo lo que se está diciendo no es cierto. Esa es mi satisfacción. Lo avalan todas las sentencias judiciales. Si me acusan de algo y esa sentencia demuestra que es mentira son acusaciones infundadas y para hacer daño. Te duele, te fastidia, pero lo que más me duele es que detrás tengo una familia. Soy político porque he querido hacer algo importante para el municipio. Tenemos cómo estábamos en el año 95 y cómo hoy. Qué infraestructuras había y cuáles hay. Todo eso está ahí, y eso por mucho que digan ahí está, y la gente lo ve. Luego llegan unas elecciones, que son las que ponen y quitan y es el mejor examen que se le puede hacer a los políticos: el día de las elecciones. Yo le he venido demostrando judicialmente a todos los partidos de la oposición que todo lo que han dicho ellos no ha sido verdad, y luego los ciudadanos de Roquetas no los han aprobado. En el examen que hemos hecho todos el día de las elecciones, Gabriel Amat ha sido aprobado y ellos no. Esa es la gran satisfacción que yo tengo, la gran tranquilidad.

El alcalde de Roquetas, durante la entrevista con Diario de Almería. El alcalde de Roquetas, durante la entrevista con Diario de Almería.

El alcalde de Roquetas, durante la entrevista con Diario de Almería. / Rafael González

–De la moción de censura ya no se escucha hablar...

-Yo lo dije muy claro cuando pedían la moción de censura y no voy a repetir lo que dije, pero lo dije muy claro.

–Cree que podrá hacerse el traslado de la Guardia Civil a las nuevas instalaciones mientras siga el Gobierno actual en Madrid?

–El martes día 10, si no pasa nada, tengo una videoconferencia, junto al Secretario municipal, con alguien de Madrid de la Guardia Civil, sobre ese tema, en el que se puede avanzar. En esto el único que pone es el Ayuntamiento, ya se publicó en el boletín oficial el aumento de guardias civiles y el aumento de teniente a capitán, eso ya está hecho. El ayuntamiento necesita pasar el protocolo a convenio para entregarles unas instalaciones que valen 3, 4 o 5 millones de euros, que las pone el Ayuntamiento a su disposición, para que tengan un cuartel digno. Para entrar, además, no hay que hacer ninguna obra, está perfecta y visto por ellos. Les pareció perfecto.

–¿Cómo arreglaría los problemas en El Cañarete si de usted dependiera?

-Ya hubo un problema con Andrés García Lorca de Subdelegado, estuvo cortado pero automáticamente se empezó a poder pasar. El Cañarete es complicado. Lo que hay que hacer es lo que Andrés como Subdelegado planteó: un arreglo general de todo El Cañarete, que esté cortado los meses que sea necesario, pero que se arregle, lo que no se puede seguir es poniendo parches. Por eso el Ayuntamiento de Roquetas hizo las salidas y entradas por Aguadulce norte, junto al Gobierno. Eso es muy importante. Si el Cañarete no está abierto, toda la gente que sale de Aguadulce, ¿por dónde saldría a la A7? Ahora tenemos que hacer unas obras en la avenida Muñoz Seca y buscaremos la forma de que no se corte en ningún momento esa salida y entrada de la A7.

"Todo el dinero de las ayudas va a ir al bolsillo de los roqueteros. Destinamos tres millones y agotaremos hasta el último euro”

–¿Ha habido algún avance reciente con el hospital?

-Hubo que modificar el proyecto y desempolvarlo, estaba en algún cuarto metido en la Junta, se ha desempolvado, se ha adaptado a la normativa actual y ya está en la delegación de Hacienda para que le den el visto bueno, lo manden a Sanidad y salga a licitación pública.

–¿Estará en esta legislatura?

-Pondré la primera piedra y pondré el final también, en esta legislatura, y eso no quiere decir que yo no esté en otra.

–¿Qué ha pasado con el proyecto de la casa de Anita Guerrero?

–Se está haciendo lo que no teníamos más remedio que hacer. Es una casa que no tiene ninguna calificación. La empresa Jarquil empezó la obra y cuando empezaron la tuvieron que parar porque al picar las paredes se dieron cuenta de que todo lo que había por dentro era arena. El informe que tenemos es que había que hacer una demolición de todo y que no daban seguridad para que esa obra se restaurara. Hubo que pararla, hacer una liquidación de obra con la empresa y hacer un proyecto diferente. Una vez que hemos tenido que tirarla abajo hemos hecho un proyecto con tres plantas, más el bajo. La fachada se va a respetar entera, pero no con esos ladrillos vistos, sino con la fachada anterior a esa, que es el símbolo de hace muchos años. Tenemos un gran cariño a la familia Guerrero, especialmente a Anita, funcionaria del Ayuntamiento muchos años, siempre al lado del secretario de turno. Una familia muy querida. Nos hubiera gustado hacer el proyecto original, pero había que tener en cuenta que no podíamos hacer algo en contra de los informes que teníamos, y que algún día se hubiera caído esa casa.

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