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Insomnio, una tortura que cada vez sufren más personas

Hasta un 15% de la población mundial sufre insomnio.

Hasta un 15% de la población mundial sufre insomnio.

El insomnio es un trastorno que impide a los que lo padecen iniciar o conciliar el sueño, por lo que no descansan bien y esto acaba teniendo repercusiones en su vida. Sufrir insomnio está directamente relacionado con una disminución del rendimiento en el trabajo y con un aumento en el número de accidentes de tráfico, así como con ser más propensos a desarrollar una enfermedad.

Este problema está muy presente en nuestra sociedad y son muchas las personas a las que afecta. Se estima que hasta un 15% de los adultos sufren insomnio y que hasta un 35% ha padecido un insomnio ocasional en alguna situación estresante de su vida.

En España, más de 4 millones de personas sufren insomnio crónico, un problema que en muchas ocasiones deriva en la aparición de ansiedad, depresión o diabetes.

El insomnio se manifiesta mediante varios síntomas, pero estos son los más comunes:

  • Estar despierto por un período largo de tiempo antes de dormir, mientras se intenta conciliar el sueño.
  • Dormir únicamente por períodos cortos de tiempo.
  • Permanecer despierto durante gran parte de la noche.
  • Al despertar, sentirse muy cansado, como si no se hubiera dormido.

Aunque el insomnio puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, se tiene un mayor riesgo de sufrirlo si se cumple alguna o varias de estas características:

  • Sufrir mucho estrés.
  • Padecer depresión.
  • Trabajar de noche.
  • Mantener un estilo de vida sedentario.

En la mayoría de casos se empieza a sufrir insomnio ocasional por situaciones estresantes, pero en el 60% de las veces este insomnio eventual se convierte en crónico, por lo que es importante acudir a un especialista antes de que el problema persista.

Algunos consejos para dormir mejor

Hay algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a conciliar mejor el sueño y dormir mejor. Algo principal es tener unos horarios habituales de sueño. Es decir, acostarnos y levantarnos todos los días a la misma hora.

Realizar ejercicio físico es otra de las recomendaciones, aunque es mejor evitar hacerlo en las últimas horas del día, pues tiene un efecto estimulante. Antes de dormir también se deben evitar las abundantes comidas y las bebidas estimulantes. Sí es aconsejable practicar ejercicios de relajación en los instantes previos a que nos dispongamos a conciliar el sueño.

Las siestas pueden hacer que por la noche a la hora de dormir no podamos hacerlo con facilidad por lo que sería interesante suprimirlas, así como tomar medicamentos que nos ayuden a conciliar el sueño sin haber consultado antes a un especialista.

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