E RAN las cinco de la tarde cuando se abrían las puertas de la capilla de la Hermandad de los Ángeles, y la populosa calle diamante estaba llena para ver por primera vez en la calle, a la imagen del Cristo de la Misericordia., obra del imaginero sevillano D. Antonio J. Dubé de Luque (2008). En la tarde de ayer, comenzó la historia dentro de nuestra Semana Santa de Almería, de este magnífico paso de misterio de Jesús en el momento de ser despojado de sus vestiduras poco antes de su ejecución, es escoltado por el romano Optio y Simón de Cirene, este último bendecido este mismo año 2013 (obras Fernando Manuel Del Toro Plaza) portando la pesada Cruz, esperando el momento de la Crucifixión.

Y nos queda, ella, María Santísima de los Ángeles, tras su hijo que espera en el Calvario a ser Crucificado, con palio de bordado en oro, arropado por los fieles de Almería, saliendo majestuosa desde la calle Diamante, como un Ángel, en la tarde ventosa del Domingo de Ramos, en Almería.

El paso de palio de María Santísima de los Ángeles iba adornado con flores de color blanco, y lució majestuoso por la Calle Granada, cuando los rayos del sol ya se apagaban, con el acompañamiento musical, siendo otras de las tradiciones de esta Hermandad y de nuestra Semana Santa, la Banda de Música de los Iris de Instinción, que dirige Felipe Berenguer, maestro de las bandas de música en Almería.

La noche fue avanzando, y aunque el tiempo no molestó en demasía a los nazarenos, que visten túnica blanca con capirote y capa de color de celeste, el recorrido de la Hermandad por el casco histórico de Almería, ha dejado en las retinas de todos los almerienses y visitantes, imágenes en el recuerdo al paso del Señor de la Misericordia, que este su primer año llevaba como acompañamiento musical, la Agrupación Musical Nuestra Señora del Carmen de Cuevas del Almanzora.

La llegada a Carrera Oficial en el Paseo de Almería fue puntual, además de ser todo un espectáculo ver desfilar a esta joven Hermandad, que ya ha cumplido diecisiete años entre los almeriense. Fue cumpliendo los horarios establecidos en todo su recorrido, después de recorrer las calles y plazas del centro de Almería, pasando por la Puerta de Purchena, Iglesia de Santiago, donde la Hermandad de la Soledad salió a su paso, por la difícil y sinuosa calle de las Tiendas, y como no, pasar por el centro neurálgico cristiano en Almería, la Catedral, para así hacer honores y culto a la Estación de Penitencia de esta Hermandad en la pasada tarde del Domingo de Ramos.

Sin duda, el momento más álgido de la procesión de los Ángeles, fue como todo los años, su entrada en la Calle Lopán, entrada en su barrio, entrada en la gloria para todos los hermanos de los Ángeles, que vuelven otro año más, a su populoso barrio donde se entrega por entero a su hermandad, hasta llevarla en volandas otra vez a la capilla de la calle Diamante.

Esta Hermandad de los Ángeles, que procesiona del homónimo barrio, acompañó a su Virgen, María Santísima de los Ángeles, arrebujada en los pliegues de su recuperado manto de tisú de color celeste, durante todo el recorrido, ya que desde el norte de la ciudad, baja al corazón de nuestra Almería, para volver a triunfar ya de noche, a la entrada de su barrio, acompañada siempre y en todo momento por el fervor popular de todos sus vecinos, que la hacen mas que nunca suya, y que quizás, sea unos de los momentos más esperados e importantes de este día de comienzo de nuestra Semana Santa.