Bajo Palio

Elementos del Palio de la Virgen

Imagen es la representación de la Virgen María en sus distintas advocaciones, así como de otros protagonistas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús esculpida en madera, escayola u otro material. En las tallas de la Virgen que realizan salidas procesionales acompañando con dolor a su amado hijo suelen utilizarse una imagen de candelero, compuesta por una talla solo visible hasta la cintura (que consta de cabeza o mascarilla, manos, busto) y desde ésta a los pies el llamado candelero: armazón de cono truncado de listones de maderilla cubiertos por una tela gruesa o panel.

Sobre este candelero se visten las prenda, cubriéndolo la saya y basquiña de la Virgen. Detrás de la cabeza de la Señora se monta el alza-cola, que consiste en una estructura metálica hasta la cola del trono que sirve para que el manto de procesión se apoye en él.

Mediante las argollas recoge-manto y una cinta se anuda éste sobre las varas del pollero o armazón de forma trapezoidal y superficie curva, con varillas a modo de abanico, que desciende desde los hombros, por su parte trasera, hasta nivel más bajo que el tablero de la parihuela y cubriendo el hueco de la contra-peana. Su parte final se llama cola de manto. La Virgen se asienta, en mitad del tablero, en un rico pedestal de plata labrada y cincelada llamada peana.

Se conoce como "andas" al tablero que sostenido por dos varas paralelas exteriores y almohadilladas vale para sacar en procesión imágenes religiosas, llamándose en Almería a los anderos que llevan los tronos a hombros a estilo malagueño horquilleros. Cuando estas andas son de mayor tamaño tienen patas, zambranas, canastillas, respiraderos, varales, palio… como abordaremos a continuación, reciben el nombre de pasos y lo portan costaleros.

En nuestra provincia abundan las Dolorosas con trono de alpaca (metal blanco muy parecido a la plata, aleación entre níquel, cinc y cobre) bajo palio o gran dosel, embastado en un bastidor, bordado ricamente o en malla, engarzado en los varales y rematado por cuatro caídas o bambalinas (frontal, trasera y dos laterales, que si son rectas se llama palio de cajón y si hacen puntas, palio de figura), también bordadas en oro con roleos y hojas de acanto. Alamar es el nombre dado a los cordones, galones y flecos de oro, plata o estambre o algodón cosidos en la caída del palio.

Varal son las 12 varas de plata repujada y ricamente labradas que sujetan el techo del palio, armazón o bastidor de forma rectangular de material ligero, forrado de terciopelo o malla en medio del cual va el medallón o la gloria bordado o pintado, del que cuelgan las bambalinas. Los varales de las esquinas del paso se llaman maestros. Cada varal termina con un perno, tornillo a modo de vástago por el que se ensambla el techo y el bastidor del palio.

Una vez colocado, éste se afianza a cada perno, con unas tuercas, que se rematan después con las perillas por encima del palio, no sin antes haberles ensartado el cordón con borlones que cada varal lleva, que son unas formillas de madera, revestidas de hilos de seda y oro, de las que penden cordoncillos de seda y oro, a modo de espirales, dándole movimiento.

La parte baja de la columna se denomina basamento o peana de más volumen y hornacinas con diminutas figuras de apóstoles, varones de la Iglesia, figuras de la pasión… Sobre el mismo se monta la parte recta o tubo del varal (también conocida como cañón), lisa o repujada y el resto de ornamentos como la macolla saliente y la perilla y se remata con la cabeza de varal.

La crestería es el remate de las bambalinas en su parte superior que sobresale del techo de palio y la pletina quitacimbra sujeta transversalmente a todos los varales del trono para impedir su cabeceo.

De distintas figuras, el llamador es un aldabón o martillo que se atornilla en el frontal de los respiraderos, sobre la cornisa del mismo. Su misión es la de llamar la atención de los costaleros, asido por el Capataz, bien para arriar o parar el paso o iniciar la levantá.

En los pasos de palio y según la disposición de la candelería, se llama calle a la zona central de la misma, que está libre de velas para que sea contemplado el cuerpo entero de la Virgen.

Algunos pasos están provisto de una miniatura trabajada en plata y marfil: imagen, capilla, ostensorio o similar, que colocada tras el llamador en el centro de la calle de la candelería representa una advocación, ya sea mariana o de algún Santo vinculado a la Cofradía.

Candelería es el conjunto de velas o faroles que lleva el paso de una imagen. Si es el tren de velas del trono de la Virgen, está formado por el conjunto de candelabros (de 70 a 80) de plata o alpaca plateada donde se fijan las velas, lisas o rizadas, alineados en la delantera del paso y de la peana, sobre la que va la Virgen, ordenados de mayor a menor.

Junto a la cola del manto de la Virgen, en las traseras del paso de palio, va situado el llamado candelabro de cola, tallado en madera sobredorada, encerada o en alpaca plateada, gran vástago o macolla del que surgen brazos arbóreos sosteniendo unas tulipas guardabrisas de cristal, dentro de los cuales van instaladas los codales.

Se designa arbotante al conjunto de candelabros que llevan los tronos en sus esquinas de pura tradición malagueña. "Segundillos" son candelabros más pequeños que se colocan sobre el paso, generalmente junto a los de las cuatro esquinas, o si van éstas rematadas con blandones, junto a ellos.

Los bouquets de flores se llamarán canastillas de montarse en las esquinas de los basamentos de los varales y cuando se colocan en su tutor o morcillón de anea y en las jarras entre varales, reciben el nombre de piñas, fanales, conos o bicónicos, según su forma.

También relucen las flores (rosas, nardos, azahar, orquídeas…) en ánforas cinceladas en plata (violeteros), pequeñas jarritas dispuestas en la delantera del paso de palio, a ambos lados de la calle de la candelería y tras el llamador.

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