TV-Comunicación

¿Tendrá espectadores el cine español en el año 2050?

Gonzo con el 'Salvados' dedicado al cine español

Gonzo con el 'Salvados' dedicado al cine español / Atresmedia

En su última edición de la temporada el programa de La Sexta Salvados puso el dedo en la llaga a un tema sobre el que no se habla demasiado, por incómodo: cuál será el público del cine español de las próximas décadas. Recomendaría a quienes se perdiesen esta entrega, la recuperen apenas pase la gran fiesta de los premios Goya de esta noche. Seguro que les invitará a reflexionar sobre el futuro de nuestro cine, y casi de paso, el futuro de nuestra televisión.

Gonzo, acompañado por los adorables Carla Simón (representante del cine de autor) y Juan Antonio Bayona (símbolo del cine industrial), se reunió con unos alumnos de secundaria que han asistido a unos talleres de audiovisual con los maestros antes mencionados y han llegado a rodar unos cortometrajes. Sin filtros, hablaron sobre la imagen que tienen del cine español, su frecuencia de asistencia a las salas, su modo de ver las películas en las plataformas y sus hábitos de consumo audiovisual en el día a día. El encuentro se produjo en el área metropolitana de Barcelona, y el resultado, por realista, no puede ser más desolador.

Una de las estudiantes más sinceras confesó que era incapaz de ver una película en el móvil sin pasarla a x2, es decir, al doble de velocidad, y ojo, sin dejar de estar haciendo otra cosa a la vez. ¿Por qué? Lo explicaba perfectamente. Porque así podía ver dos películas en el tiempo de una, y porque se había acostumbrado a ver el cine así, haciendo otras cosas, y ya no podía cambiar de hábito.

Si este grupo de jóvenes estaban en el umbral de la mayoría de edad, el panorama no es muy distinto en el de quienes pasan al escalón siguiente, quienes están ahora cursando estudios universitarios. En mi primer día de clase como profesor de la asignatura de Crítica Cinematográfica en un grado que imparto en una universidad pública les pregunto con qué frecuencia asisten a las salas, cuántas películas españolas han visto en los últimos meses, y por qué motivación. Los resultados son muy parejos a lo que pude ver en el programa Salvados.

Evidentemente hay un cambio de paradigma. Que nadie piense que estos chicos y chicas, por ciencia infusa, cuando sean padres y madres, si llegan a serlo, van a empezar a acudir a las salas a ver las películas que Carla Simón ruede con 50 años o Carlos Vermut con 60. Sería ingenuo pensarlo.

Algo que a mí me duele. Tengan en cuenta que, tal como practica el presidente de la Academia del Cine Español, Fernando Méndez-Leite, desde que yo estudié 1º de BUP en 1976 anoto escrupulosamente todas las películas que veo, incluyendo en qué salas y en qué fecha. Dando prioridad al cine español. Este pasado fin de semana, aunque algunos se ofendan, he ido a ver antes La niña de la comunión, de Atresmedia, que Los Fabelman, de Spielberg. Lo mío es fidelidad absoluta, qué le vamos a hacer.

Otro día hablaremos acerca del por qué TVE no plantea formatos de análisis tan interesantes como Salvados. Prefiere la promoción pura y dura, que está muy bien (Versión española, Historia de nuestro cine, Días de cine) pero adolece de una televisión imaginativa, reflexiva y comprometida como la que fabrica Salvados. Una pena.

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