José parece salido de una telecomedia de otro tiempo. Un anciano de pelo nevado, gafa y bigote blanco. Parsimonioso. Con pinta de sabio despistado, embromado en sus recuerdos, capaz de relatar sus batallas y caer a tierra sin saber cómo.

Este almeriense, de Níjar, tiene 85 años, con cuatro hijos, siete nietos y cinco bisnietos. Enviudó hace 26 años tras 33 años de matrimonio (su mujer murió con 52 años y la besó por primera vez el día antes de casarse), y habían emigrado a Barcelona. Aunque su hermana Carmen le ha ayudado en todos los quehaceres familiares, José, se siente solo. En compañía es como se está mejor. A sus 85 años tiene bien la vista y el oído. Viaja de Barcelona a Níjar con su coche a estas alturas. Siete horas y media del tirón, estupendamente.

El pasado jueves José acudía a La tarde, aquí y ahora, el programa de Juan y Medio en Canal Sur. Buscaba pareja y al teléfono se puso María. Ah, María, Qué gran nombre para acompañar a José. El presentador almeriense daba paso a la mujer, "vamos a saludar a la señora... nombre por favor". "María". "Qué bonita pareja, María y José".

"Así se llamaba mi mujer y así se llamaba mi madre, y así se llama mi hija...", zanjaba enumerando el invitado sobre sus Marías.

"No te vas a equivocar. Pues venga, pregunta"

"¿Cómo has dicho que se llamaba?...", interrogaba despistado José, con todo el público aplaudiendo con risa por el sonoro despiste.

Lo que pasa en "La Tarde", se queda en la tarde...o no ...no sé ...¿Cómo se llama el programa ese tan divertido de #CanalsurTV con Juan y Medio?😂😍🗣️ @LATARDE_RTVA | @Evaruizcanalsur🌐 pic.twitter.com/WUvnbUI2I0

— CanalSur (@canalsur) October 15, 2022

El propio José aplaudió su ocurrencia. María, la que llamaba, era una almeriense de 82 años, viuda, con cuatro hijos. Y su afición es andar, la misma que su pretendiente. Han quedado para llamarse en privado.

José además es un manitas, a lo largo de su viudedad se ha especializado en la cocina y en lo que haga falta. Lo de olvidar el nombre de María tiene sólo la importancia de arrancarnos una sonrisa.