César Montes reapareció ante el Sevilla tras caer lesionado en la visita a Mestalla y el central mexicano asegura haber tenido buenas sensaciones formando pareja por primera vez con Radovanovic en el eje de la zaga indálica. 

¿Cómo se encuentra físicamente tras reaparecer ante el Sevilla?

Estoy bien. Venimos de un partido en el que competimos bastante bien y me sentí bien físicamente en mi regreso, ayudando al equipo.

Dieron la cara ante el Sevilla pero de nuevo se escaparon vez los 3 puntos...

Algo estaremos haciendo mal porque no se nos ha dado la victoria en la temporada. Encajamos muchos goles en los últimos minutos, a partir del 80', y ahí se escapan los partidos. Hay que tratar de cerrar mejor, aunque el equipo compite, lucha y juega. 

¿No cree que facilitaron la remontada sevillista al buscar el 2-0?

Muchas veces ir delante te lleva a protegerte y meterte atrás, pero yo sentí que era ataque-defensa para ambos equipos. Tuvimos la oportunidad de liquidarlo, pero nos pasa eso en los últimos minutos. En el entretiempo hablamos que saldríamos a no encerrarnos y tener la pelota. Estar metidos atrás ante un rival que compite es difícil para mantener la portería a cero.

¿Piensa que existe psicosis por no ganar y estar en ese bucle permanente?

Estoy convencido en la forma de trabajar. Ahí no tengo ninguna duda, si bien hay algo psicológico que a todo el mundo le pega diferente. Yo intento afrontarlo como profesional para intentar ganar compitiendo. Lo de tener en la cabeza lo de no ganar a cada compañero le afecta distinto porque cada uno piensa diferente.  A nivel grupal uno u otro sabe que ya hay mucho que ganar y poco que perder en esta situación.

¿En el vestuario se arropan mutuamente?

La gente pensaría todo lo contrario, que cualquier roce uno se lo tomaría mal, pero estoy sorprendido con la parte humana de mis compañeros. Es una situación muy difícil y que lo llevemos de esta manera me sorprende para bien. Es un buen camino para seguir como equipo. Hay jugadores que merecen jugar y no están teniendo minutos por lo que sea, pero a la mañana siguiente entrenan de la mejor manera. 

Pese a todo no se rinden.

Vamos a competir hasta el final de la temporada, hasta que pite el árbitro el silbatazo final. Es nuestra manera de afrontar esta situación, lo menos que podemos hacer es entregarnos al 100%.

¿Cómo se sienten las horas después de otro sinsabor?

En lo personal cada uno lo lleva diferente. Soy afortunado porque lo trato bien con mi familia, es un punto de distracción porque me cobijan bien tanto mi hija como mi esposa. Me apoyo mucho en ellas en este momento psicológico, estar con la familia y tratar de darle la vuelta rápido para el siguiente partido.

¿Cree que esta cicatriz les dejará algún aprendizaje?

De todo se aprende, de malas rachas y buenas. Es un tema de superación, profesionalidad y competitividad. Algo vamos a aprender, nunca me había tocado esta situación y en el crecimiento personal, sobre todo a nivel mental, he crecido bastante y seguiré aprendiendo muchísimas cosas para seguir mejorando. Algo quedará. 

¿Cómo fue la charla técnica al día siguiente, pensando ya en Las Palmas?

La dinámica es competir hasta el último minuto y hacer plan de partido para Las Palmas, que juega bastante. Iremos a presionarles porque les gusta tener el balón. Es cuestión de llevar la semana. Destaco la profesionalidad de mis compañeros en esta situación porque es muy complicado, nadie se toma las cosas a mal.

¿Cree que les viene mejor el perfil de Las Palmas?

Este rival nos puede venir bien en el sentido de que tenemos buena presión y cuando recuperamos arriba tenemos ocasiones claras de gol. Será decisión del míster el plan de partido. Les encanta salir jugando desde el portero y seguramente en alguna se equivoque.