UD Almería 0-0 Granada CF | La crónica

Empate intenso y muy táctico en el Mediterráneo (0-0)

  • Partido de carácter y oficio del Almería, que deja mejores sensaciones de las que muestra el punto sumado

  • Mejor entrada de la temporada y un ambiente sano y saludable para el fútbol

De la Hoz intenta el lanzamiento desde la frontal.

De la Hoz intenta el lanzamiento desde la frontal. / LFP

En su intento por mantener vivo el sueño de luchar por la promoción de ascenso, el Almería recibía en el Mediterráneo al rival que más respeto infunde en la categoría por presupuesto y plantilla: el Granada. Sin miedo, confiando en su fortaleza en el Mediterráneo, los de Fran Fernández apostaron el todo por el todo para reponerse después del tropiezo en Gijón y buscar así otra victoria de prestigio que les permitiera no bajarse del carro de perseguidores del Cádiz.

La afición, consciente de ello desde hace varias jornadas, acudió en buen número al estadio, animada también por la gran cantidad de granadinos venidos a Almería a lo largo de todo el día para vivir el mejor partido de la jornada. Durante todo el día, el ambiente fue bonito, algo a lo que se habían comprometido las Federaciones de Peñas de ambos conjuntos, que tienen claro que el fútbol es diversión y deportividad.

Con las sorpresas de Narváez y Demi por Rioja y Álvaro, el Almería salió con su presión habitual, que casi le da sus frutos a los 5 minutos, con una mala entrega del meta Silva, que caza Corpas y en el segundo palo remata fuera precisamente el ariete bosnio. Pero acto seguido, los rojiblancos cometieron el mismo error en el pase en defensa y Saveljich se jugó la roja por agarrón a Rodri, aunque el árbitro no consideró ni que fuera falta al soltarlo y permitirle que continuara la carrera, aunque ya claramente en desventaja, lo que hizo que René despejara. Emoción en los primeros compases del choque, en el césped y en la grada.

El Granada tenía el balón, ante un Almería bien plantado y que arriesgaba a la hora de dejar en fuera de juego tanto a Rodri como a Ojeda y Vadillo por banda. Le estaba costando a los de FF generar fútbol; Real no aparecía como de costumbre, Narváez era el más incisivo, pero no estaba fino cuando se acercaba al área.

Quejas de aficionados ubicados en el sector de Preferencia alegando que compraron entradas en una zona determinada y los reubicaron en otra distinta, algo que responde a motivos de seguridad

A falta de pocos minutos para el descanso, llegó la mejor triangulación local, con una pared entre Narváez y Martos y Real no pudo culminar con éxito el pase de éste atrás. Una gran primera parte de ambos equipos, sin goles por el buen trabajo defensivo y lo más importante, con cordialidad en una grada que estaba disfrutando.

La segunda parte arrancó con el ritmo más alto todavía si cabe, con un Almería que quiso dar un paso al frente. No tardó FF en sacar al césped a Álvaro, en busca de ese remate que no había tenido durante la primera parte Demi. Y Rioja también calentaba con intensidad para entrar en pocos minutos. También entró en esos instantes el exrojiblanco Puertas en el Granada, que se llevó la gran pitada de la tarde.

Real salta a por un balón. Real salta a por un balón.

Real salta a por un balón.

Sin ocasiones claras, poco a poco el partido se fue rompiendo, por más que FF y Diego Martínez metían cambios en los mismos minutos para ganar la partida táctica. Al Almería le estaba faltando presencia en el área, mientras que el Granada buscaba contras, sobre todo con la calidad de Vico. Faltaba un cuarto de hora y los almerienses tenían quizás demasiada prisa, como si el empate no fuera un buen botín. algo que pasó factura ante Osasuna hace unas jornadas.

La frescura de Rioja propició que el Almería volcara su juego por la izquierda y el sevillano es cierto que llevó peligro hasta línea de fondo, pero sus centros no terminaban de ser precisos. Real también dio un paso atrás, se salió de la mediapunta para ayudar en la elaboración, algo que agradecieron sus compañeros. Los rojiblancos acabaron el choque volcados, gozando de alguna aproximación peligrosa, pero sin remate, y con un Mediterráneo que rugió como en las grandes noches. Empate justo, pero sobre todo sensación de que la Unión Deportiva Almería tiene nuevamente las bases puestas en el césped, en las gradas y en los despachos para vovler a crecer en la LFP.

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