Tamaraceite 3-2 UD Almería I La crónica

Tamaraceitazo a un Almería ridículo

  • Pobre imagen de un aspirante a Primera, que no sólo cae ante un Tercera División, sino que encaja tres goles mientras sesteaba y no podía con un equipo canario que se quedó con diez en la prórroga

El humilde campo Juan Guedes de Gran Canaria asistía al debut del Almería en Copa del Rey. Era una mirada al pasado, un rival de la Tercera canaria, un terreno de juego de césped artificial, las gradas pegadas a las líneas de cal, el palco con las sillas de plástico de un bar, los aficionados arremolinados alrededor de la cantina... Vamos, como si se jugara en el Tito Pedro o el Constantino Cortés.

Guti rotó al once por completo. Diez de los menos habituales y el lateral izquierdo del filial, Fermín. Además de cambios en el equipo titular, también apostó por un cambio táctico, con Aguza sólo en el mediocentro y dos mediapuntas, Chema y Coric. Parecía el día perfecto para hacerlo, todo el mundo pensaba que el Tamaraceite iba a exigir menos que cualquier rival de cada fin de semana, y todo dependía de lo que los rojiblancos pudieran dar. Eso sí, si los almerienses se lo tomaban a cachondeo, como así fue en la segunda parte un susto podían llevarse.

En la primera acción del partido llegó la primera lesión. Es arriesgado decir que puede deberse al césped artificial, pero lo cierto es que el cambio de superficie no beneficia a los profesionales. Sekou se echó mano al isquio de su pierna derecha y pidió el cambio rápidamente. De esta desgraciada manera, Rubén Enri iba a tener sus primeros minutos con el primer equipo.

La primera ocasión, tímida, llegó con un cabezazo de Coric a centro de Gaspar a los 20 minutos. La siguiente jugada sí que acabó en las mallas de la meta de Robles. Fenomenal falta botada por Aguza, para que Ozornwafor conecte un certero cabezazo y adelante a la UDA a los 24 minutos. El nigeriano ha tenido pocos minutos en lo que va de temporada, pero va cumpliendo con más luces que sombras.

Si bien hasta ese 0-1 apenas había habido ocasiones, en los minutos posteriores hubo tres muy claras. Primero lo intentó Appiah con un lanzamiento desde el centro del campo, que casi sorprende al meta local, y la réplica la puso Asdrúbal por partida doble, primero con un remate que sacó bajo palos Fermín y después con otro derechazo a la meta de René. Con ese ida y vuelta de ocasiones, en el que Rubén Enri también tuvo la suya, se llegó al descanso.

La segunda parte arrancó con el Tamaraceite intentando dar un paso al frente, pero la primera oportunidad fue para Rubén Enri, con un fortísimo disparo que despejó Robles con problemas a córner. El conjunto local se fue animando ante un Almería que había desconectado, había perdido el dominio de la primera parte y ahora quería que pasara el tiempo en busca de una contra para sentenciar. Como hace el equipo titular, pero con menos énfasis y las falta de ganas que provoca un partido en un jueves por la noche en un campo de césped artificial.

Enri rozó el gol ante Robles. Enri rozó el gol ante Robles.

Enri rozó el gol ante Robles.

La sentencia pudo llegar a los 68 minutos después de una jugada personal de Aguza, pero Robles estuvo bien en el uno contra uno. Pero el Almería había bajado demasiado su intensidad y el Tamaraceite lo iba a aprovechar para empatar. Jugada mal defendida, rechace muerto para Zizu, que fusila a René para empatar. Quedaba un cuarto de hora y los rojiblancos se habían complicado la vida.

Lo peor no fue el empate, sino que el Almería siguió naufragando y vio cómo los locales se ponían por delante en cinco minutos. Nuevo centro al área, donde Heros remata con tremenda facilidad en el segundo palo y pone el partido 2-1. Nueve minutos faltaban y los de Guti estaban eliminados. Ver para creer.

Momentáneo cabezazo salvador de Maras

A la desesperada jugó la UDA los últimos minutos. Tampoco es que le pusiera mucho corazón, como no lo hizo a lo largo de todo el partido, pero la calidad sale a relucir en ciertas jugadas y en una de ellas, como la de Sekou en Fuenlabrada, un cabezazo de Maras consiguió evitar el ridículo de forma momentánea. Con el 2-2 y el susto se llegó a la prórroga.

Rubén Enri tuvo la primera oportunidad de la media hora extra que se iba a jugar. El catalán, goleador en el filial, se encontró nuevamente con un inspirado Robles. Pero el Almería seguía a lo suyo, a no ser capaz de controlar el partido e ir haciéndose el harakiri poco a poco. Asdrúbal, en la última jugada de la primera parte de la prórroga puso el 3-2. Los rojiblancos volvían a rozar el ridículo.

No hicieron méritos para evitarlo en la segunda parte de la prórroga. Y eso que el rival se quedó con uno menos al ser expulsado en la celebración Asdrúbal. Al Almería le viene bien un Tamaraceitazo así, un guantazo de tal calibre para darse cuenta que no se le puede subir a la cabeza la buena racha de los últimos partidos ligueros. Advertido queda el equipo, que verá a partir de ahora el resto de la Copa del Rey por la televisión.

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