Dentro del Boletín ‘El Huerto’ de la Fundación Cajamar, en concreto su número 202, se dan algunas claves sobre el cultivo de la sandía, del cual ya ha comenzado su trasplante en algunas zonas del Poniente Almeriense.

En este documento, disponible en la web de la entidad, www.cajamar.es, en su sección ADN-AGRo/ Innovación, ofrece una orientación y las posibilidades de cultivo, con sus principales variedades, fechas de cultivo, prácticas culturales y métodos de control de plagas y enfermedades.

En este caso informan sobre la utilización de polinizadores en sandía. La polinización en la sandía juega un papel muy importante en el número de frutos cuajados y, por consiguiente, en la producción obtenida, en el calibre de los frutos y en la calidad de los mismos. En cualquier planta de sandía, para que se formen los frutos, es necesario que los insectos polinizadores, abejas y abejorros principalmente, transporten el polen desde las flores masculinas a las femeninas.

Las variedades triploides (sin semillas), aunque tienen flores masculinas de apariencia normal, no producen polen fértil y, por lo tanto, no son capaces de hacer cuajar sus propias flores femeninas. Para que éstas evolucionen a fruto es necesario que hayan sido fecundadas con polen de variedades diploides, (de las que dan frutos con semillas). Por lo tanto, para conseguir sandías sin semillas es necesario tener cerca plantas que producen frutos con semillas.

A fin de evitar confusiones y problemas en la comercialización, se recomienda que el aspecto externo del polinizador sea diferente a la variedad a polinizar. Habitualmente se plantan simultáneamente en el campo, intercalando líneas enteras de polinizador entre las de la variedad triploide (una cada tres) o plantas en la línea de cultivo (una cada cuatro).

En la actualidad, existen diferentes opciones en la utilización de polinizadores en sandía, entre los que se encuentran: Cvs diploides de calibres variables, cuyos frutos permiten el aprovechamiento comercial; Cvs diploides de microsemillas, normalmente de calibres inferiores. Siguen siendo variedades con semillas, pero estas tienen un tamaño más reducido y una textura menos dura, por lo que su consumo presenta menos dificultades. Sus frutos también tienen interés desde el punto de vista comercial. Por último, polinizadores desechables. Son cvs. diploides de fruto no comercial, por lo que no es posible su aprovechamiento. Uno de los inconvenientes que presentan este tipo de polinizadores es la generación de malas hierbas, ya que sus semillas, junto con los frutos, suelen incorporarse en el suelo una vez finalizado el cultivo.