Cajamar es un actor de primera fila en el sector agroalimentario andaluz y nacional por muchas razones, y desde luego es mucho más que una entidad que financia proyectos u ofrece crédito a productores. La corporación tiene una importancia capital en la generación e intercambio de conocimiento relacionado con la producción, transformación y comercialización de alimentos. Ese, el comunicativo, la puesta en común de análisis, datos y opiniones de expertos en distintas materias, seguirá siendo su principal objetivo en el regreso presencial de Fruit Attraction a IFEMA. Por el stand de Cajamar pasarán durante los tres días de la feria todos los retos a los que se enfrenta el sector a día de hoy y ante los que la entidad no sólo aspira a ejercer un papel de acompañamiento, sino de liderazgo.
Sostenibilidad, salud, innovación, alimentación saludable, digitalización, energías renovables, productividad y alimentos sostenible... son solo algunos de los grandes desafíos que se presentan para los próximos años a nivel mundial y en los que va a tener una importancia decisiva la apuesta de la Unión Europea por una agricultura y ganadería más ecológica a través de las estrategias ‘Biodiversidad’ y ‘Del campo a la mesa’, que no buscan sino la reducción del uso de productos químicos (fitosanitarios, pesticidas) y la reconversión progresiva a la agricultura plenamente ecológica. El nuevo paradigma en el campo a nivel mundial ha llegado y resulta imperativo que todos los actores del proceso sean conscientes de ello. Cajamar estará a su lado.
La formación agroalimentaria continua es uno de los pilares que Cajamar considera básicos para seguir avanzando y que la agricultura regional y nacional aumente su competitividad y sea capaz, además, de incrementar sus niveles de sostenibilidad. El cambio de modelo productivo hacia producciones más ecológicas es un hecho y esto implica esfuerzo y necesidad de formarse, de ahí que Cajamar conceda tanta importancia a este ámbito y crea tanto en la necesidad de seguir promoviendo la transmisión de conocimiento, como lleva haciendo 45 años, con la capacidad de saber adaptarse a la nueva tecnología y a la situación de los mercados.
Sus centros experimentales y de investigación, con el de Las Palmerillas como gran estandarte, generan nueva información y conocimiento continuamente, lo que ha permitido a la compañía disponer de un catálogo formativo que apunta hacia cuatro grandes áreas temáticas: agrosostenibilidad, alimentación y salud, tecnología de invernaderos y bioeconomía. Desde Cajamar se ofrece formación teórica y práctica a través de distintos formatos y acciones, como jornadas, seminarios, talleres, cursos y webinars. Estas acciones, además, atraen talento y sin duda contribuyen a una mayor preparación de los actores con participación directa en el sector agroalimentario.
Cajamar tiene bien definida la estrategia a seguir para responder a los retos del futuro inminente, identificados los hitos que definirán el éxito de productores y comercializadores. Los más importantes pasan por el proceso de sensorización y digitalización de los cultivos y las explotaciones ganaderas; la mejora de los suelos, en la búsqueda de una mayor riqueza de microorganismos simbióticos con las raíces; el control integrado de plagas; la mejora de las infraestructuras y las tecnologías; o la bioeconomía circular, que permite un aprovechamiento pleno de los recursos.
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