Cecilio Peregrín, director corporativo de Primaflor

“A lo que más tiempo dedicamos es al qué hacer y cómo para estar listos cuando esto pase”

  • El responsable de Primaflor señala que buscarán el equilibrio nutricional e innovarán en recetas para que parezcan hechas por uno mismo tras un confinamiento en que la gente se ha desenvuelto en la cocina

Cecilio Peregrín, director corporativo de Primaflor

Cecilio Peregrín, director corporativo de Primaflor / Diario de Almería

Primaflor, con sede en Pulpí, es una de las empresas agroalimentarias almerienses más punteras en cuanto a innovación, además de llevar también en su ADN la sostenibilidad en todas sus vertientes. La firma, con más de 40 años de historia, está especializada en productos frescos de la huerta, como lechugas de diferentes tipos, brotes y ensaladas de IV gama. Dispone de una superficie de cultivo de más de 6.000 hectáreas y cuatro plantas de manipulación y procesado. Con motivo de la difícil situación que asola a todo el mundo en estos momentos, Cecilio Peregrín, director corporativo de la comercializadora, describe el impacto de la crisis generada por la COVID-19 tanto en la empresa como en los hábitos de alimentación.

–Primaflor comercializa producto de I gama, IV y V gama, ¿cómo se han comportado, en cuanto a comercialización, las distintas categorías de productos en este periodo de pandemia?

–La parte que más se ha resentido es la que se destina a restauración, es evidente porque todo se ha cerrado, tanto locales como establecimientos que les sirven.Al principio del confinamiento se produjo una subida muy grande de productos de IV gama, sobre todo las bolsas, ya que el bol es más para consumo fuera de casa, trabajo…; posteriormente esto también cayó subiendo lo que llamamos la I gama, ya que la gente, por lo general, tiene más tiempo para cocinar. Actualmente ya empieza a repuntar de nuevo la IV gama. Tengo que decir que estamos un sector privilegiado.

–Respecto a la restauración, en el caso de Almería así como otras provincias españolas ya llevan una semana en la fase 1 en la que la hostelería, con restricciones puede abrir, aunque no todos lo han hecho, ¿se ha notado de alguna manera?

– Todavía no se ve repunte. Se ve la luz al final del túnel, pero aún está complicado, hay mucha incertidumbre.

–Dice que están en un sector privilegiado como es la agricultura, ¿saldrá con una imagen reforzada si la memoria no nos traiciona y se nos olvida rápido su trabajo para abastecer a la sociedad?

–A mí me gusta decir una cosa: nosotros tenemos que ponernos en valor. Recientemente he tenido una reunión con varias cadenas de supermercados que decían que nuestro sector ha cumplido y resuelto los problemas de abastecimiento al 98,5%, sin que los precios se hayan subido; han subido poquito porque también los costes nos los han subido bastante. Ten en cuenta que si antes nosotros trasladábamos un autobús con personal para trabajar a una finca, ahora hemos tenido que utilizar tres autobuses para movilizar a la misma gente para mantener la seguridad, además de la implantación de otras medidas; todo eso lleva un coste para garantizar la seguridad alimentaria y la seguridad de nuestros trabajadores. Así que lo que pretendemos es ponernos en valor, seguir en valor y que la gente se acuerde que necesitamos un precio justo y adecuado. Nosotros no pretendemos precios desorbitados sino razonables y justos y que el consumo se mantenga. Esperemos que la memoria no sea frágil.

“Debemos ponernos en valor y que la gente se acuerde de que necesitamos un precio justo y adecuado”

–La campaña de exportación está tocando a su fin, ¿han notado alguna merma en este sentido al estar el resto de países en situación similar a la de España o la prevalencia de algún producto sobre otro?

–En la exportación, la cual terminamos la semana pasada aunque puede quedar algo residual con algunas zonas como Escandinavia, no hemos notado descensos, ya que nosotros exportamos I gama. Si hemos notado evidentemente un caída de la demanda por parte de los clientes que luego procesan en destino para comercializar a McDonald’s, Burger King o a colectividades como colegios, pero cierto es que no es un gran volumen para nosotros y se ha compensado con el aumento de ventas en I gama.

–Vuestra producción no cesa en verano en España.

–Es algo que llevamos haciendo toda la vida, si tomamos volúmenes de enero el número de unidades que se vende en el mercado español es inferior al de verano.

–Con la pandemia y la crisis económica que genera la misma se está haciendo hincapié en el consumo de producto nacional, ¿se ha llegado a alguna fórmula con los supermercados para el mejor posicionamiento de los productos locales?

–Eso somos los consumidores los que tenemos que demandarlo, el supermercado al final también busca su rentabilidad. Por otro lado, sí que es cierto que vemos en las cadenas de supermercado que cada vez buscan más el producto de proximidad. Nosotros llevamos mucho tiempo trabajando con algunas de ellas durante las 52 semanas del año y a lo mejor tenemos una visión distorsionada en beneficio del producto nacional. Pero sí se está buscando más el producto de proximidad y la gran distribución lleva tiempo tirando por ahí.

–Llevan ya algún tiempo con el movimiento ‘Green’ de la mano del chef Rodrigo de la calle ¿cómo están alimentando este movimiento?

–Lo que está claro es que hay una tendencia a comer de forma saludable, el consumo de frutas y verduras no ha bajado porque comemos más en casa y quizás lo asociemos más a ello. Esa tendencia la queremos seguir alimentando, teníamos una serie de proyectos que se quedaron en stand by y los estamos retomando. Con Rodrigo la relación es muy estrecha, comenzaremos a sacar vídeos y demás para seguir fomentando esa forma de comer saludable que también satisface, porque lo importante también es que esté rico y apetezca. Me gusta contar una anécdota, en España nos comemos los bocadillos a palo seco, en el extranjero ves un bocadillo con dos lonchitas de mortadela pero con lechuga y otros elementos y está buenísimo y aquí cuesta trabajo.

Al margen de la COVID-19 la campaña acabará siendo razonable en un año de muchas incidencias climatológicas

–¿Cómo os planteáis ahora la etapa post COVID teniendo en la empresa las dos vertientes de productos: para llevar y cocinar?

–Eso es a lo que estamos dedicando la gran parte de nuestro tiempo, qué tenemos que hacer para acomodarnos a lo que va a ser esta salida del ‘bicho’. Al final todos hemos aprendido a cocinar y vamos a acostumbrarnos, en principio, a comprar menos comida preparada, sí vamos a querer hacérnosla nosotros y volver al táper, con lo cual también vamos a buscar más productos para hacernos esos platos que luego nos llevaremos al trabajo. Digamos que tenemos que buscar el equilibrio nutricional, hacer cosas diferentes, combinaciones de sabores, texturas más innovadoras que hagan sentir que lo has cocinado tú. Ahí entra la labor de Rodrigo de la Calle. Eso es lo que vemos ahora, pero la mayor parte del tiempo la dedicamos a ver cómo lo hacemos.

–Ahora llega el mejor momento para productos vuestros como salmorejo o gazpacho, ¿tenéis previsto algún otro lanzamiento para este verano?

–De cara al verano no sé, porque queremos darle la repercusión que se merece. Tenemos dos o tres proyectos que los vamos a sacar en cuanto podamos lógicamente. Sacamos los ‘Pilla&Pica’ justo antes de que pasase todo esto, es un pelotazo de producto y ese camino llevaba y tendremos que retomar. Hay que tener en cuenta el momento de consumo al que va dirigido, al final es tiempo. A lo mejor, a parte de proyectos que tenemos planteados hay que darles vueltas, al final nosotros nos debemos a lo que la gente demande, nos gusta ponernos como consumidores.

–Durante el estado de alarma está prosiguiendo con iniciativas solidarias, ¿qué acciones estáis llevando a cabo?

–Nosotros llevábamos mucho tiempo colaborando con instituciones benéficas de nuestra zona y Banco de Alimentos de Madrid. Ahora estamos colaborando con bastantes más organizaciones como con Médicos del Mundo en el asentamiento de Níjar, la Fundación de José Andrés para servir comidas, con residencias o Cáritas. Intentamos ser solidarios y compartir con la sociedad. No damos limosna, nada más lejos de la realidad, en absoluto, estamos hasta donde podemos, entendemos que es un momento en que tenemos que colaborar con la sociedad, la gente lo está pasando muy mal, estamos en un sector privilegiado porque podemos seguir trabajando y mantener el equipo de gente. Da alegría comprometerse con nuestra gente y con la sociedad, hasta donde podamos vamos a seguir colaborando.

–Al margen de la situación actual provocada por la pandemia, ¿qué me dice de otras circunstancias como el Brexit? ¿Cómo le está afectando?

–Nuestro mercado más importante es España, si hablamos de exportación el primero sigue siendo Inglaterra. Hemos notado y notamos, sobre todo, la incertidumbre, que seguirá hasta el 31 de diciembre de este año. No tienen claro cómo organizarse ya que a nivel de frutas y verduras dependen mucho del sur de Europa.

–¿Cómo resultaba la campaña antes de que sucediera la crisis sanitaria?

–Ha sido una año raro por las complicaciones climatológicas. En esta zona, próxima a Murcia, ha llovido mucho y eso ha hecho que la calidad del producto tenga muchos altibajos, así que lo que podía haber sido una campaña razonablemente buena, con todas las mermas, va a acabar siendo una campaña razonable.

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