Instituciones penitenciarias

Formación Profesional entre rejas en Almería en pos de una nueva oportunidad

  • Los internos de El Acebuche aprenden a realizar revestimientos y labores de pintura en obras

  • El catálogo anual busca dar vías de reinserción a través del empleo a los presos

Alumnos del módulo de operaciones auxiliares de pintura de El Acebuche.

Alumnos del módulo de operaciones auxiliares de pintura de El Acebuche. / M.M. (Almería)

Cada tarde, entre las tres y las seis y media, en el centro penitenciario El Acebuche de Almería, decenas de presos se preparan para conseguir un futuro mejor a través de la Formación Profesional (FP). En un horario que intenta evitar coincidencias con otras actividades, especialmente las de la escuela, estos internos adquieren conocimientos teóricos y, sobre todo, prácticos con el objetivo de poder reinsertarse en la sociedad con un oficio.

“La FP es uno de los componentes más importantes de los que se sirve la institución penitenciaria para formar a los internos y prepararlos cuando salgan en libertad. La cualificación profesional que se le puede dar a las personas privadas de libertad supone una plataforma para ellos en cuanto a que les posibilita una búsqueda de empleo más eficaz, más real... Y en definitiva, creo que es un complemento perfecto con el resto de acciones que realizamos con los internos, ya sean terapéuticas, académicas, etc.”, dice Miguel Ángel de la Cruz, director de la prisión almeriense.

El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, con Manuel, profesor del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción. El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, con Manuel, profesor del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción.

El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, con Manuel, profesor del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción. / M.M. (Almería)

Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo es una entidad estatal de derecho público adscrita al Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que tiene por objeto la “promoción, organización y control del trabajo productivo y la formación y orientación para el empleo de los reclusos en centros penitenciarios”. Es precisamente dicho organismo el que, con la financiación del Fondo Social Europeo, financia los cursos y módulos que se imparten en prisiones como El Acebuche.

“La reeducación y la reinserción es nuestro objetivo principal. Y la FP para la búsqueda de un empleo es un elemento de extraordinaria valía. Uno de los objetivos de la institución penitenciaria es formar a los internos para que puedan en libertad, entre otras cosas, subvenir a sus necesidades, y qué mejor forma que formarles para la obtención más sencilla de un empleo en el exterior”, subraya De la Cruz.

M., alumna del módulo de operaciones auxiliares de pintura. M., alumna del módulo de operaciones auxiliares de pintura.

M., alumna del módulo de operaciones auxiliares de pintura. / M.M. (Almería)

Para hacerse una idea de la importancia que iniciativas como ésta tienen en El Acebuche, basta con ver la programación de este año. Sólo en 2021 se han finalizado cuatro cursos de manipulador de alimentos con la participación de un total de 80 alumnos, y ha concluido también un curso de conductor de carretillas del que han formado parte otros diez reos. En estos momentos se encuentran en pleno desarrollo el módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción, así como el de operaciones auxiliares de pintura. Ambos comenzaron a inicios de octubre y finalizarán a mediados de abril y finales de marzo, respectivamente.

Precisamente, Diario de Almería ha podido visitar el espacio de aulas que están reformando estos dos últimos grupos de alumnos y escuchar a parte de ellos y a sus profesores. Docentes, por ejemplo, como Manuel, que imparte el módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción. “Hemos hecho todas las aulas nuevas, ahora vamos a montar el techo desmontable, vamos a echar suelo y vamos a alicatar unos aseos”, explica mientras avanza entre andamios. “Sobre todo el curso es de revestimiento de paredes, suelos, techos. Prácticamente lo que vamos a hacer es revestir paredes este año y el ensolado”, añade el profesor, quien añade que estas mismas aulas en reformas han sido utilizadas por los internos en formación para asistir a clase y realizar exámenes durante la parte teórica.

Manuel desempeña esta tarea en la prisión desde 2002. “Llevo unos cuantos años ya”, bromea. “Ha habido cursos un poco la gente más malilla, otros con gente mejor. Hay de todo. Me he encontrado con alumnos que han seguido con el trabajo fuera. Cuando tenemos un tanto por ciento medio bueno de alumnos que consiguen este objetivo, eso es lo que interesa”, subraya.

Uno de los alumnos del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción. Uno de los alumnos del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción.

Uno de los alumnos del módulo de operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción. / M.M. (Almería)

R.J. es uno de sus alumnos. “Me apunté por aprender una cosa nueva, es algo que siempre te ha llamado la atención. Y por aprender una cosa nueva para el día de mañana, que no sabes lo que te puede hacer falta”, afirma el interno a este periódico. “No lo había hecho nunca, ni cogido una paleta. He hecho alguna masa de cemento que otra pero que nunca me he dedicado a esto”, revela.

A R.J. le quedan 22 meses de internamiento en El Acebuche pero de forma previa a este módulo ya se ha sacado el graduado escolar, la ESO, y un curso de emprendedores. “Todo esto no es plato de buen gusto pero a nivel de estudios me ha valido de algo, he aprovechado el tiempo”, asevera, añadiendo al ser interpelado sobre si realizaría otro módulo de FP que sí, por “ir sumando a la hora de aprender cosas nuevas”.

Ángel es arquitecto y diseñador de interiores, aunque tiene diversas acreditaciones relacionadas con la decoración y la construcción. Es el profesor del módulo de operaciones auxiliares de pintura. “En la prisión éste es mi primer año. Está saliendo muy bien, es una experiencia muy positiva y muy enriquecedora”. “Los veo muy bien. En principio están muy interesados. Y además entre ellos hacen sus propios equipos, se relacionan, intercambian impresiones sobre la pintura, sobre las técnicas que están haciendo. Hay una buena armonía entre ellos y yo con ellos también”, sostiene.

Destaca que enseña la pintura “en todos sus sentidos en la construcción”. “Es decir, es una pintura que va exclusivamente enfocada a la construcción pero también a la decoración. Toca todo tipo de técnicas, tanto antiguas como actuales. Sobre todo actuales. Antiguas como el gotelé o el picado que se hacía, pero luego también hacen marmoleados, falso marmoleado, estuco veneciano, imitaciones de madera... Todo tipo de técnicas decorativas”, destaca.

M. es una de las internas que aprenden bajo su tutela. Eligió este módulo no sólo para formarse, sino también para “salir además del módulo”. “Estás más entretenida, haces cosas, puedes salir. Para puntos para ver a la familia también viene bien. Está muy bien, la verdad. Conoces a más gente”, declara la presa, que permanecerá entre estos muros hasta 2027. En ese año, espera, con este aprendizaje tendrá otras oportunidades. Y no quiere parar aquí. “Tengo pensado engancharme a panadería”, desvela. Y es que en enero y junio comenzarán dos módulos de operaciones básicas de panadería y bollería en la cárcel.

Y eso no es todo, porque para 2022 ya están aprobados los mismos módulos que ha podido visitar este periódico, otro más de panadería y bollería, otro de gestión y tratamiento de residios, uno de conductor de carretillas y cuatro de manipulador de alimentos. “Todo esto al margen de otras acciones también formativas, en el ámbito laboral y de acompañamiento para el empleo que son llevadas a cabo en el exterior, financiadas en este caso por laCaixa y gestionadas por entidad estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo y ejecutadas por la asociación Noesso”, concluye De la Cruz.

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