El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la pena de diez años de prisión impuesta a un joven que violó a la hermana menor de un compañero de instituto.

La sentencia, hecha pública este jueves, desestima el recurso de apelación de la defensa y confirma en todos sus pronunciamientos el fallo de la Audiencia Provincial de Almería que le condenó por un delito de agresión sexual con violencia y acceso carnal a una menor de 16 años.

La sala comparte los razonamientos del tribunal de instancia e indica que el testimonio dado por la víctima es "veraz y convincente" para considerar acreditado que hubo violencia por parte del encausado y que, por tanto, en contra de lo que alega, "las relaciones sexuales que él mismo reconoce "no fueron consentidas".

"La menor, de 14 años, ha mantenido su testimonio desde el principio de modo estable y coherente, sin contradicciones de relevancia, mientras que el acusado mantuvo una posición zigzagueante, y negó, inicialmente, en su primera declaración judicial, haber mantenido relación íntima alguna para después admitir en su declaración indagatoria la realidad de la misma", traslada.

El TSJA señala que, si bien "no existe más prueba directa" de la agresión sexual que el testimonio de la víctima, sí que se cuenta "con el testimonio de la madre de la menor, a la que reveló lo ocurrido cuando aquella descubrió las conversaciones de Whatsapp mantenidas vía teléfono entre ambos a raíz del hecho".

Deshecha, en esta línea, cualquier "motivación espurea para declarar en falso" y apunta que los peritos detectaron "rechazo, miedo y sentimiento de culpabilidad" y sintomatología "compatible con la experiencia de una agresión sexual".

Según recoge los hechos probados, la violación se produjo en abril de 2019 cuando la menor fue al domicilio del encausado en la capital para "preguntar dónde estaba su hermano".

Una vez allí, el condenado, de 23 años, la cogió "con fuerza de las manos y de las muñecas" y se la llevó hasta una habitación donde, tras quitarle la ropa "pese a que ella trató de resistirse", la violó "mientras la tenía agarrada de las muñecas para impedir que pudiera defenderse".

La sentencia subraya que ella "forcejeó, llorando y pidiéndole 'por favor, que parase'" aunque él "hizo caso omiso y no la soltó hasta pasados unos minutos".

Al margen de la pena privativa de libertad, el fallo le impone alejamiento por periodo de 15 años a más de 500 metros, la medida de libertad vigilada durante ocho años y le inhabilita durante 13 años para empleo relacionado con menores. Asimismo, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 40.000 euros por los daños morales.