Almería

Los 'cacharricos' ya dan color al recinto ferial pese a la amenaza de boicot

  • Los feriantes comenzaron a montar las atracciones con cierto malestar debido a la reducción de días · El calor y la falta de luz hicieron que las tareas comenzaran por la tarde

Los cacharricos empiezan a dejarse ver poco a poco en el recinto ferial. La amenaza de boicot por parte de los feriantes sigue en pie, pero pese a esta circunstancia ya son muchos los que han empezado con los trabajos de preparación de la Feria para el próximo sábado. Eran muchos los que se esmeraban en la colocación de sus infraestructuras en las fiestas más cortas. La posible reducción, que al final se hizo real, de los días de celebración se convirtió en tema habitual de tertulias y medios meses antes, incluso, de que se presentara el cartel oficial.

El hecho de que se haya acortado dos días, a diferencia de pasadas ediciones es algo que según Manuel Martínez, propietario de una tómbola, "dará que hablar porque es un tiempo que a nosotros nos venía estupendamente". El feriante quiso hacer una valoración de lo que considera "una feria más floja que en pasados años" aunque "con un poco de suerte esperemos que no se note en el aspecto económico".

Los trabajadores de la Montaña Rusa, una de las atracciones más tradicionales en todas las ferias, estaban ya en lo alto del columpio. Ésta es una de las pocas estructuras que ya se encuentran prácticamente finalizadas. Algunos llevan ya en las instalaciones desde el sábado, y otros se han ido incorporando poco a poco conforme han finalizado las fiestas veraniegas en otros puntos de Andalucía. Cerca de la tómbola, otro feriante recién llegado de Motril (Granada), manifestaba su extrañeza ante la reducción de días, asegurando que no comenzaría a montar su atracción "hasta las ocho de la tarde más o menos, porque con el calor que hace no nos atrevemos ni a pisar la explanada".

No es el único. A mediodía el recinto ferial estaba desierto. Tan sólo unos cuantos vehículos transitaban por las calles centrales con las ventanillas cerradas, en el anticipo de un trajín que cobraría fuerza ya entrada la tarde.

Francisco Villar no quiso esperar y encolaba, ayudado por dos compañeros, un pané de madera. Ayer estaba indignado por la falta de luz que le había hecho gastar en tres días alrededor de 100 euros en gasolina para alimentar el generador. "Que el Ayuntamiento de Almería y los responsables de estas celebraciones sepan que somos más de 300 familias las que estamos aquí instaladas", explicó el feriante que recalcó que, desde que llegó el pasado sábado "llevamos esperando la luz".

Sin embargo, esta no llegó hasta pasadas las seis de la tarde, momento en que los trabajadores pudieron enchufar aires acondicionados, televisiones o ventiladores, poniendo fin a una espera en la que "no podíamos ponernos a montar nada, ni siquiera ducharnos con agua caliente", afirmó Villar. Por su parte, la amenaza de boicot del presidente de la asociación de feriantes, Juan Milá, sigue en pie, ya que según ha asegurado "tenemos pensado hacer algo cuando comience la feria, dar guerra en los primeros días". Milán ha asegurado que este año 2008 "hay muchos huecos entre las casetas".

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