Carlos Alexander Rodríguez Linares cumplirá los 38 meses que le quedan de condena por delitos similares a los cometidos en España en su hogar. Es lo que ha dictaminado un juez de ejecución de penas de Bogotá para el pediatra colombiano sobre el que pesa una orden de extradición a España por seis presuntos casos de abusos a menores. Carlos Alexander, de 42 años, llegó a la provincia en 2008 y ejerció su profesión hasta septiembre de 2013. Empezó a trabajar para el Servicio Andaluz de Salud en 2008 por bolsa de empleo y estuvo en Pulpí, Vera y Los Vélez.

La Corte Suprema de Justicia de la República de Colombia ordenó su extradición en julio de 2014 al estimar la petición tramitada por el Gobierno de España a raíz de que el Juzgado de Instrucción 2 de Roquetas de Mar abriese causa contra él como presunto autor de delitos de abuso sexual sobre menores de 13 años y de abuso sexual continuado. Pero no será extraditado para ser puesto a disposición de este juzgado instructor hasta que cumpla la pena de 38 meses y 25 días de prisión a la que fue condenado en 2012 tras la denuncia del padre de una de sus víctimas.

En la consulta de Pulpí conocía a sus víctimas y posteriormente se ganaba la confianza de los tutores, generalmente madres solteras o divorciadas con problemas económicos y de origen sudamericano, para cuidar de sus hijos los fines de semana en su domicilio de Aguadulce. Para acceder a la extradición y dictar resolución en positivo, la Corte Suprema tuvo en cuenta la denuncia de las madres de los menores que denunciaron ser víctimas de abusos por parte del pediatra colombiano.

Hacía alusión a la primera denuncia, de julio de 2013, en la que la progenitora de un niño de ocho años daba cuenta de presuntos abusos sexuales mientras el menor estaba a cargo del pediatra en su casa. Posteriormente, otra madre denunció también que sus dos hijos, de 11 y 7 años, habían sido presuntas víctimas de los abusos sexuales del médico, de forma que trató incluso de forjar una "estrecha relación" con el más pequeño. El fallo favorable a la extradición también recogía el testimonio de los pequeños ante psicólogos adscritos al EMUME de la Guardia Civil.