Juanjo Callejón se enfrentó al cáncer, antes que en su piel, en la de su padre. Le detectaron cáncer de colon y pidieron a los hijos que, por prevención, se realizasen también las pruebas pertinentes. Reconoce que al principio fue reacio pero unas molestias le llevaron finalmente hasta consulta donde, tras una muy breve exploración, le soltaron el jarro de agua fría. Tenía 37 años, muchos planes por delante y un cáncer que superar.

Lo hizo. No sin sufrir y no sin pensar que moriría en el intento; pero ayer estaba en el Círculo Cultural para contar su experiencia y animar a otras personas que están pasando ahora por lo mismo. Juanjo Callejón hoy es concejal en el Ayuntamiento de El Ejido, pero en septiembre de 2010 eso le parecía un sueño lejano truncado por una enfermedad que, el mismo día que conoció que la padecía, comunicó a sus familiares y allegados.

"Yo quería hacerme el fuerte, el valiente, pero no me salía", reconoció al Diario de Almería. "Todo el mundo comenzó a contarme experiencias, todos lo hacían de buena fe pero yo no conseguía animarme", afirmó.

En noviembre de 2010, el primer paso fue recibir sesiones de quimioterapia a través de un portacath. Sin embargo, unos fuertes dolores en el brazo derecho revelaron un trombosis en la yugular que desembocaron en un ingreso en Torrecárdenas en Nochevieja de 2011. Superado este susto, comenzó con la radioterapia (que le provocó reacciones alérgicas e infecciones) y pasó por la primera de sus tres operaciones. Juanjo reconoce que el cáncer le ha llevado por un particular camino de calvario por el que no pasan todos los enfermos, con muchas más complicaciones de salud que, por ejemplo, las que tuvo su padre.

En ese descubrir su nueva vida, llegó el día en el que le indicaron que, a partir de entonces y de forma permanente, debía llevar una bolsa de colostomía. Ahora habla sin reparos del tema pero al principio le dio "terror" imaginar su cotidianidad. "Puedo hacer una vida prácticamente normal, con algunas limitaciones físicas, pero se puede disfrutar igualmente si sabes hasta donde puedes llegar", apunta.

Así, insiste en que toda la parte clínica ha sido muy dura pero el apoyo de los amigos y la familia ha sido fundamental. "Mi madre ha sido muy fuerte, pese a tener a su marido y su hijo enfermos a la vez. Aunque a mi me duele un poco haber tenido la sensación de que mi padre, sin decírmelo, parecía sentirse culpable por la enfermedad", dice con melancolía.

En estos más de cinco años diagnosticado, Juanjo Callejón ha tenido altibajos y momentos en los que pensaba que iba a morir. "Cada cual reacciona de forma diferente. Yo era un hombre muy fuerte, física y mentalmente, que quería comerse el mundo y que no veía dificultades en nada. Ahora sí las veo. Tengo los pies más en la tierra, pero también me doy cuenta de que hay gente que tiene más problemas y por eso me gusta ayudar, por ejemplo, a la asociación de discapacitados Murgi". Apunta, además, que entonces "no me arrepentí de nada de lo que había hecho en mi vida, sino de todo aquello que no hice porque me frenó el miedo".

Otra de las "drogas" que hizo a Juanjo fuerte durante su enfermedad ha sido la política. "Las elecciones de 2011 las pasé prácticamente enteras en el hospital pero sin perder detalle gracias al móvil", cuenta jocoso mientras recuerda las discusiones con su mujer por el asunto. "Yo creo que la política y la familia han sido mi mejor medicina en este tiempo", afirma. En este punto, anima a los enfermos de cáncer a que se dejen ayudar porque "al hospital acuden muchas personas como voluntarios y también hay psicólogos, lo que pasa es que a veces somos nosotros los que no nos dejamos ayudar".

De forma paradójica, la enfermedad le ha dado oportunidades para hacer cosas que antes no podía. "Desgraciadamente, o no, me jubilaron con lo cual no tengo problemas económicos. Hay gente que no tiene esa suerte y en ello deben estar las administraciones. Yo ahora me dedico a lo que siempre me ha gustado, que es ser concejal del PSOE, y puedo hacerlo además atendiendo a mi familia y llevar mi hijo a clases o tomarme algo con los amigos". Sobre este asunto reconoce que "la enfermedad ha sido una desgracia pero a la vez me ha dado la oportunidad de hacer lo que me gusta".

Con ese mensaje optimista, Juanjo Callejón se presentó ayer, junto al también ejidense Juan Antonio Díez, quienes juntos ofrecieron su experiencia con la enfermedad en una actividad organizada por el Día Mundial del Cáncer. También participó el especialista en oncología Adolfo Vergez Muñoz en una charla cologio organizada por la AECC,