Almería

25 vigilantes de playa abandonan a medio verano y otros 5 no pasan la fase de pruebas

  • El trabajo no se ajusta a sus expectativas o recibieron otra oferta, principales motivos para no seguir

  • La Junta alega incumplimientos en sus funciones de vigilancia de los que ya han sido relevados

25 vigilantes de playa abandonan a medio verano y otros 5 cesados

25 vigilantes de playa abandonan a medio verano y otros 5 cesados / Javier Alonso

Una treintena de los 660 vigilantes de las playas almerienses que fueron contratados por la Junta de Andalucía en el marco del Plan de Empleo de Playas Seguras 2020 en 13 municipios costeros de la provincia almeriense han dejado de desempeñar su función como auxiliares. Han sido 25 los que han abandonado voluntariamente su plaza y otros cinco no han superado el periodo de pruebas y era relevados a mediados de julio cuando se cumplía el primer mes de despliegue a lo largo de los más de 200 kilómetros de playas de la provincia con el objetivo de que se respetaran las medidas de prevención del coronavirus y promover un adecuado comportamiento por parte de los bañistas en sus mañanas y tardes de esparcimiento junto a la orilla del mar.

Fueron una respuesta exprés, como las contrataciones que se completaron en cuestión de horas, de la administración autonómica ante la incertidumbre que generó la pandemia sobre el futuro uso de las playas y tan sólo en la primera semana presentaron una renuncia ocho de los vigilantes, alegando diferentes circunstancias, si bien la mayoría coinciden en que han encontrado una mejor oferta laboral dada la temporalidad de sus contratos. Entre los dimisionarios figuran los que han reconocido que la encomienda no se ajusta a sus expectativas y los que no llevan demasiado bien las jornadas que se eternizan bajo un apabullante sol a escasos metros del mar pero sin tocar el agua. La administración andaluza detalla que han detectado incumplimientos en sus funciones de vigilancia y control de las playas con otras cinco personas cuyos contratos no se han prorrogado al término del primer mes de pruebas. En ambos casos han tenido que tirar de las solicitudes ya recibidas para cubrir las vacantes surgidas.

Los ayuntamientos aprobaron planes de contingencia con medidas específicas que varían de un término municipal a otro, pero necesitaban un refuerzo como el del ejército de auxiliares de la Junta para poder desarrollarlos sin temor a la propagación playera del virus por actitudes irresponsables y ausencia de medidas de seguridad. La misión de los vigilantes contempla precisamente la información a la ciudadanía, sobre las normas que establece cada localidad y aplicación de medidas de higiene, además de controlar el acceso y aforo a las playas e impedir incumplimientos de restricciones en las actividades deportivas y otros usos establecidas en base a las recomendaciones de las autoridades sanitarias. “Los hemos puesto a disposición de los municipios con el objetivo de que puedan abrir sus playas sin miedo a que no se garantice la seguridad de los bañistas por la pandemia del coronavirus”, explica la delegada territorial de la Junta en Almería, Maribel Sánchez Torregrosa, quien les ha agradecido personalmente su aportación a la excelencia del destino turístico almeriense.

La delegada territorial conversa con una de las auxiliares en Roquetas La delegada territorial conversa con una de las auxiliares en Roquetas

La delegada territorial conversa con una de las auxiliares en Roquetas

“Son la cara amable de las playas andaluzas y la imagen de seguridad que estamos dando al mundo”, añade en relación a la importancia del litoral mediterráneo para uno de los principales motores económicos de la comunidad. El papel de los auxiliares será determinante en la percepción de los visitantes de dentro y fuera de nuestro país, por lo que la administración ha querido ser inflexible desde un primer momento con los comportamientos inadecuados de los vigilantes. “No vamos a permitir que una persona que no quiere trabajar perjudique al resto, y somos conscientes de que la inmensa mayoría están haciendo una gran labor, te diría que más del 95% de los contratados, y los que no estén a la altura no pasarán del primer mes porque el contrato establece este periodo de prueba”, anunciaba precisamente la delegada territorial a las dos semanas del arranque de la operativa.

La máxima responsable de la Junta en la provincia dejó claro que su función es informar y nunca deben intervenir, más allá de las recomendaciones, cuando se produzcan actitudes incívicas porque no tienen capacidad de sanción. “Les hemos pedido que tengan paciencia y no entren en conflicto, los incumplimientos reiterados se deben registrar y comunicar a la Policía”, añade Sánchez Torregrosa. De momento no se han registrado incidentes reseñables, si bien cuentan con una hoja de ruta para actuar ante las diferentes situaciones que se puedan dar. La coordinación recae en el 112 Andalucía y Protección Civil que han estructurado la trama de auxiliares en torno a cinco áreas estratégicas y mantiene contacto permanente con los ayuntamientos. Y esa comunicación debe ser fluida porque cada municipio tiene sus propias condiciones de baño y disfrute de las playas, diferentes horarios y restricciones como comer, fumar, pasear por la orilla o jugar a las palas.

Tres de los auxiliares desplegados en las playas de la capital almeriense Tres de los auxiliares desplegados en las playas de la capital almeriense

Tres de los auxiliares desplegados en las playas de la capital almeriense / Javier Alonso

Los auxiliares cuentan con teléfonos móviles que recibieron al firmar los contratos y también han sido equipados con una indumentaria con el logotipo de la Junta y el distintivo de Playas Seguras (camiseta y gorra blanca y pantalón azul) gafas de sol y crema solar, así como el kit de prevención de la COVID-19 con mascarilla, guantes y gel hidroalcóholico. Sobre el proceso de contratación, la delegada expresó su rechazo a las críticas y recuerda que recibieron en 24 horas un total de 16.430 solicitudes que se procesaron exclusivamente en orden de llegada del correo sin ningún otro baremo. “Lo del enchufismo ha sido muy rastrero, en Almería hay contratados dos concejales del PSOE y uno del PP. Ha sido un proceso riguroso y con el respaldo de los sindicatos”. También tiraron de las bolsas de empleo existentes en esas categorías que se remontan al año 2008 y cerraron 55 contrataciones. La convocatoria era atípica por la emergencia y sólo contemplaba educación básica y menores de 60 años sin patologías previas y otros riesgos asociados al coronavirus. Sobre las plazas para personas con discapacidad, una de las críticas que se ha repetido esta semana, explica que aceptaron las seis solicitudes que se presentaron y ya están trabajando tras firmar su declaración responsable.

Tampoco se ajustaba a la realidad, según la delegada, el baile de cifras relativo a los sueldos de los vigilantes. Y lo desgrana. “Hay mucho bulo, ningún auxiliar cobra 2.000 euros”. A un sueldo base mileurista, relativo a la categoría de vigilante según el convenio, le añaden tres pluses de productividad por los festivos, de turnicidad y de peligrosidad hasta hacer un salario mensual de entre 1.500 y 1.700 euros en función de las retenciones y situaciones particulares. La primera nómina les llegó a finales de julio, por lo que sí se fue por encima de los 2.000 euros al tratarse de mes y medio de caluroso desempeño. “Pedimos a la ciudadanía responsabilidad antes de cuestionar el trabajo de los auxiliares, su trabajo es fundamental para que se puedan abrir las playas almerienses en condiciones de seguridad”, concluye la delegada.

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