El domingo, día 18, a las 18.00 horas, tendrá lugar el homenaje a una canjilona fallecida recientemente, a sus 83 años, dando nombre a una de las calles de Canjáyar: la Calle Casillas en las inmediaciones de la Balsa La Pará pasará a llamarse Calle de Francisca Guzmán Martínez. La moción de Alcaldía con dicha propuesta fue aprobada por unanimidad por el Pleno de la Corporación Municipal.

Francisca Guzmán fue la primera teniente alcalde mujer de la Corporación municipal del Ayuntamiento de Canjáyar, en una época en la que no era muy común la participación política de la mujer y su visibilidad apenas existía. Por cierto que, cuando salió elegida, en las elecciones de 1.973 como representante del tercio familiar, algunas personas escribían en las papeletas con toda la naturalidad del mundo Paquita la del pan.

Esta mujer juró su cargo el 3 de febrero de 1.974, siendo designada segunda teniente de alcalde y formado parte de las Comisiones Permanente y de Festejos. Un 19 de abril de 1.979 dejó la política activa.

Para ella todo fue sencillo y lo hizo con mucha ilusión, porque su esfuerzo y su trabajo repercutía en el pueblo. Nunca pensaba en ella, sólo en los que la rodeaban, su marido, sus hijos, sus nietos, su cuñada Natalia, sus sobrinos, sus amigos y por supuesto en toda la gente de Canjáyar por quien se desvivía.

He aquí algunos comentarios oídos en su duelo: " Ella nos daba el pan, ese pan que vendía cada día durante tantos años, nos lo daba sin cobrarlo, porque ella sabía que estábamos mal económicamente y no teníamos para pagarlo".

"Mi hijo -reza otra declaración- hizo la Primera Comunión porque ella nos dio todo" o " En los años malos, mis hijos se iban a la escuela con el calor de la cama y pasaban por la panadería porque sabían que Paquita les iba a regalar un bollo caliente cada mañana".

Otras sentencias decían: "Mi hijo/a nació en el 18 de Julio de Almería porque ella me arregló los papeles", "A mi abuelo lo operaron en Madrid porque ella le arregló todo ya que en Almería tardaban más tiempo en operarlo" o "Nos daba una canastilla cuando iba a nacer un bebé, nos daba ropa, medicinas, leche en polvo...".

Sus últimos años fueron duros por la triste enfermedad de su marido, pero la llevó con dignidad y con valentía, renunciando a todo y tirando de todo, sin tener fuerzas para hacerlo. Ha sido un ejemplo y aún siendo muy chiquitica era muy grande, como el vacío que ha dejado entre su familia y amistades.