Cursos de Verano

La agricultura combate por salvar la huerta de Europa tras un año 'negro'

  • Las empresas de la provincia mostrarán su mejor imagen en la feria berlinesa tras una última campaña difícil y un inicio de la actual más complicada · Precios y acuerdos internacionales, algunas de las trabas

Ha pasado justo un año para que las empresas almerienses vuelvan a viajar a Berlín, a la feria agrícola Fruit Logistica. Aunque marchen con la misma ilusión que entonces, con el objetivo de encontrarse con clientes y proveedores y darse a conocer para acceder a nuevos mercados, este año ha sido muy difícil para el campo de Almería y eso pesa en las espaldas, pero sobre todo en los bolsillos, de los agricultores.

En la última campaña hortofrutícola 2008-2009, la producción (2.881.539 toneladas) y su valor (2.115 millones de euros) han caído en un 4,2% y 7,4%, respectivamente, según los datos de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía al cierre de la actividad. Así también, las cifras que manejaba Agricultura reflejaban un descenso en el precio medio obtenido por determinados productos en la línea de la crisis de precios que denuncia el sector: el tomate pasó de 0,871 euros el kilo a 0,713 euros, el melón cayó de 0,485 euros/kilo hasta los 0,35 euros, y la sandía de 0,418 euros hasta los 0,268, por citar sólo algunos de los cultivos.

Pero no sólo eso, los agricultores han visto como se cerraban los Acuerdos de Asociación entre la Unión Europea y terceros países como Israel y Egipto y, el más controvertido todavía por la similitud en cultivos y clima con Almería, el de Marruecos. Han visto como cada vez los márgenes de precios entre lo que recibe el agricultor por su producto y lo que percibe la distribución por el mismo se acrecentaban. Han visto en el último mes como el viento y las lluvias deshojaban y anegaban sus explotaciones, dejándolas en 'barbecho' obligado durante todo este ejercicio. Y han comprobado, aún más, como la actual y complicada situación económica ha alentado a ladrones a saquear los invernaderos o, como la subida de las tarifas eléctricas les hace rehacer otra vez la 'cuenta de la vieja' para rascar céntimos y cubrir gastos.

El campo español se echaba a la calle a finales de año pidiendo a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, que escuchase a los productores, que presionase en la Unión Europea en cuanto a la mejora de la Política Agraria Común y respecto a no hacer más concesiones a países terceros, porque según el lema del sector 'este campo se arruina'. Espinosa ha preferido, o al menos ha intentado, pasar durante este tiempo desapercibida o hacerse la ingenua; hasta el punto de no ser rotunda a la hora de aclarar qué pasaba con el acuerdo con Marruecos, así, hoy por hoy, rubricado ya el documento a falta de su ratificación por el Consejo de Ministros de la UE y por el Parlamento europeo, ni los agricultores ni la oposición política dicen saber el contenido del mismo en su totalidad. Se habla de que se han respetado los calendarios de producción pero también de que se ha incrementado en hasta un 150%, en algunos productos, el contingente de entrada a la Unión. Ahora, Espinosa preside la Comisión de Agricultura en el espacio europeo y, tiene por delante, en estos momentos, cinco meses para abrir un debate e intentar de incluir o negociar la inclusión de las reivindicaciones de los agricultores, que como ellos o el Partido Popular señalan, el 'trueque' con Marruecos para beneficiar a ciertos sectores europeos ha perjudicado a los de siempre: al campo. Esta crispación, avalada por los datos del sector, se tradujo, no hace tanto, concretamente en noviembre del pasado año, durante la celebración de la vigésimo quinta edición de Expo Agro, que en cierto modo vio dañada su reputación.

Ahora, en Alemania, hay que vender otra imagen, cubrir la negra fachada y sacar fuera lo que mejor tienen los productos de esta tierra, su calidad certificada.

La producción integrada, impulsada hace ya cuatro años en el territorio almeriense, y que comenzó tras la 'crisis de los fitosanitarios' a través de su captación en pimientos exportados, ha resultado ser todo un éxito. Hoy se aplica en prácticamente la totalidad de los cultivos almerienses. Más en los principales de la tierra como tomate y pimiento, un esfuerzo promovido tanto por la Junta de Andalucía y los productores que se han involucrado en un proyecto innovador y saludable respetuoso con el medio ambiente, que forma un compendio acorde con las normas de sanidad vegetal, a pesar de encontrar en el camino nuevas trabas, en este caso traducidas en plagas que atizan al campo, como la importada de Sudamérica Tutta absoluta o polilla del tomate.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios