Las redes sociales echaban humo al término del partido en la Nueva Condomina. La derrota en el feudo vecino escoció mucho en la afición rojiblanca, que ya le pide abiertamente a su presidente que tome una determinación e intente cambiar el rumbo de la nave dando un golpe de timón en el banquillo, pidiendo que suba a Francisco, técnico del filial, al primer equipo.

Siete puntos de veinticuatro posibles son números que dejan cada vez más en entredicho a Javi Gracia, que pese al trabajo y esfuerzo diario se está viendo impotente para solventar una situación cada vez más delicada, a seis puntos ya del ascenso directo y solo tres por encima de la Ponferradina, que quiere asaltar la zona de play off, si bien el average particular favorece a los rojiblancos.

El cuento de las ocasiones. Algún iluminado aún pretenderá justificar la derrota en la falta de fortuna porque el Almería tuvo ocasiones, como también ocurrió frente al Numancia. En efecto que las tuvo, sobre todo en la cabeza y los pies de Charles, pero hay que recordar que el Murcia, cuarto por la cola, dispuso de un disparo al palo y varios remates peligrosos de Kike García atajados por Esteban.

Otra remontada inexistente. Una ración de objetividad para Javi Gracia: el equipo continúa siendo incapaz de remontar ningún encuentro cuando el rival se adelanta en el marcador desde que lo hiciera en la primera jornada en el feudo del Barça B y desde entonces ha llovido mucho, más aún en un año con tantas precipitaciones como el actual.

Calvo no mejora a Falque. El problema en la banda izquierda se prolongará al menos dos jornadas más, las mismas que Iago Falque necesita para recuperarse de su lesión, ya que ayer Carlos Calvo demostró no tener el nivel del extremo gallego. Y Abel pidiendo una opción desde inicio...

Campo vacío. La lluvia y la mala posición en la tabla apenas arrastró gente a la Nueva Condomina, por lo que el Almería tampoco tuvo que hacerle frente a un ambiente especialmente hostil. De hecho, en la grada se hicieron notar más los cientos de aficionados rojiblancos desplazados y que volvieron cariacontecidos.

Terreno encharcado. Ciertas zonas del césped estaban anegadas, pero para ambos equipos. Es de extrañar por ello que Gracia confiara de inicio en el fútbol de Corona para luego sustituirlo en la segunda mitad.

La ceja rota de Chumbi. Esta vez el técnico pamplonica sí le dio bola al atacante de Águilas, que entró a los 73 minutos de juego por Carlos Calvo. Apenas entró en acción, pero un codazo le provocó una brecha en la ceja por la que manaba abundante sangre, símil de la situación del equipo, desangrado.