Liga bbva

Gracia les da la puntilla (1-2)

  • El artífice del último ascenso deja al Almería al borde de Segunda Sergi la pifia en la elección de sus piezas y facilita el triunfo del Málaga.

Los mensajes a lo largo de la semana versarán sobre que mientras hay vida, hay esperanza; que restan dos partidos ante Sevilla y Valencia, por lo que el milagro aún es posible; que Deportivo, Eibar y Granada siguen un punto por detrás; pero la cruda realidad es que ayer los aficionados se marcharon del Mediterráneo con la sensación de haber dado un paso casi definitivo hacia Segunda División. 

Ironías del destino, Javi Gracia, el artífice del último ascenso a la máxima categoría, daba un tiro de gracia a su exquipo, le asestaba un golpe que puede ser mortal de necesidad teniendo en cuenta que los dos últimos enfrenamientos son ante conjuntos en pugna por entrar en la Liga de Campeones. 

Una victoria frente al Málaga habría proyectado a los unionistas a los 35 puntos, con cuatro de margen sobre sus más directos perseguidores a falta de seis por disputarse, de ahí que el duelo adquiriese tintes de final. 

Una concatenación de decisiones discutibles de Sergi en la alineación inicial lo ponía todo cuesta arriba. El técnico catalán apostó por Casado para paliar la baja de Dos Santos colocándolo a pierna cambiada en el carril diestro y ubicando a Ximo en el eje de la zaga junto a Trujillo. 

Las consecuencias iban a ser funestas, ya que el sevillano padeció lo indecible ante Amrabat, hizo en propia puerta el 0-1 al intentar despejar un disparo desviado del marroquí y acabó siendo sustituido en la segunda mitad por Antonio Marín para evitar que fuese expulsado, después de que Prieto Iglesias le perdonase la segunda amarilla. 

Tampoco se explica mucho la fe en un Verza que parece haber bajado los brazos con antelación o en Espinosa, una sombra del jugador que deslumbró cuando recibió la confianza del entrenador. Si a eso se le añade la suplencia de Zongo, quizá el jugador más en forma de este Almería junto con Wellington, el resultado es la claudicación ante el peor Málaga del curso, que sumaba ya ocho partidos sin ganar. 

Justo es decir que los unionistas salieron a tumba abierta a morder al adversario y acumularon tres ocasiones claras en los cinco primeros minutos, malogradas por Thievy al rematar cruzado un servicio de Dubarbier, Thomas al toparse con Tissone tras un taconazo de Thievy y Wellington, quien se zafaba de tres contrarios en el área para disparar fuera al encarar a Kameni. 

Fue un arranque fulgurante que hacía presagiar otro escenario más halagüeño, pero el Málaga siguió a lo suyo y se puso por delante en el ecuador de la primera mitad en una acción desafortunada de Casado, quien introdujo el balón en su propia meta al intentar despejar un remate de Amrabat que ni siquiera iba a puerta. 

Al contrario de lo que pueda imaginarse de un conjunto con el agua al cuello, el mazazo no hizo descomponerse al Almería, que a la media hora lograba el empate gracias a un testarazo de Thomas tras una falta lateral botada por Casado al corazón del área. El ghanés, sin duda el mejor en esta recta final de campeonato, dejaba las espadas en alto para el segundo acto. 

Incomprensiblemente, tras el regreso de vestaurios los locales fueron apagándose poco a poco sin que nadie lo remediase, aunque en el reinicio Espinosa dispusiera del 2-1 en un pase de Wellington que se quedó algo atrás y el talaverano no acertase a superar a Kameni. 

Prieto Iglesias perdonaba al poco las expulsiones de Casado y Weligton, sustituidos ambos por sus técnicos para evitar males mayores, cuando el Málaga daba el zarpazo que dejó helado el Mediterráneo. Fue un centro de Amrabat culminado por Javi Guerra ante la lentitud de Trujillo en la marca, que se había quejado de molestias musculares en la acción anterior. 

Con el marcador adverso Sergi tocó a rebato dando entrada a Hemed (Zongo ya había sustituido a un gris Espinosa), pero el israelí apenas entró en contacto con el balón. Al contrario, Samu García rozó el 3-1 intentando una vaselina ante la salida de Rubén. Ya en el tiempo de descuento Zongo dispuso del empate a dos en una asistencia de Corona, pero disparó fuera con toda la portería a su favor. El Almería aún no ha dicho su última palabra, pero el horizonte se ve muy oscuro.

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