José Gomes tiene una asignatura pendiente esta campaña al frente de la UD Almería que empieza a quemarle entre las manos al técnico portugués. Se trata del vértigo que experimenta el conjunto rojiblanco cuando se mide a un rival directo en la lucha por el ascenso directo o la promoción.

La cruda realidad hoy por hoy es que a falta de disputar los choques de vuelta ante Espanyol y Sporting, los indálicos solo han conseguido sumar 4 puntos sobre 24 posibles en los duelos ante los seis primeros clasificados de la tabla.

De cara a que alguna de las plazas de ascenso directo se dirimiese por el gol average particular, el Almería ya lo tiene perdido con Mallorca (0-1 y 2-0) y Leganés (2-1 y 1-1), igualado con el Rayo Vallecano (0-1 y 1-0) y está por cerrarlo ante Sporting (0-1 en el Mediterráneo) y Espanyol (2-1 en Cornellá).

Cada enfrentamiento, no obstante, tuvo su intrahistoria, y quizá por merecimientos deportivos los almerienses deberían haber sumado algún punto más a su cuenta. En el choque ante el Sporting de las primeras jornadas los de Gomes se mostraron superiores ante un ultraconservador conjunto asturiano, pero un tanto del a la postre pichichi de la categoría, Djurdjevic, desequilibraba la balanza en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. La vuelta, en El Molinón-Quini, coincidirá con la última jornada de la competición. 

La primera y hasta la fecha única victoria frente a un rival directo se produjo el 8 de noviembre en Vallecas y llegó con mucho sufrimiento, ya que Cuenca anotaba el tanto del triunfo con un buen cabezazo en el tiempo de prolongación. 

En la visita a Cornellá-El Prat ante el líder de la división de plata los unionistas volvieron a desplegar un fútbol muy vistoso, pero la obra de arte de Raúl de Tomás marcando desde el centro del campo servía para marcar las diferencias y dejar el marcador final en 2-1.

Fernando la paga con el poste tras encajar el 0-1 ante el Rayo

Otro tanto espectacular, en esta ocasión una chilena de Abdón Prats al filo del descuento, dejaba a los almerienses sin opciones en la visita del Real Mallorca al Mediterráneo, pese a mandar Samú Costa un disparo al poste apenas cinco minutos antes de dicha acción desequilibrante. 

En el doble enfrentamiento contra el CD Leganés irrumpió con fuerza el factor arbitral para desequilibrar la balanza. En la ida disputada en Butarque se anulaba de forma inexplicable un tanto legal de cabeza conseguido por Sadiq que hubiera significado el 1-2 en ese momento, para acabar perdiendo por 2-1 en el minuto 96 con tanto de Omeruo.

En el partido de vuelta ante el cuadro pepinero fue el del ya famoso penalti de chiste señalado a Maras sobre un teatral Bustinza, que permitía a Juan Muñoz poner el empate a uno desde los once metros en el minuto 99 del encuentro. 

Frente al Rayo Vallecano, con un juego mucho menos fluido del que habitualmente acostumbra, en fases incluso obtuso, el Almería cedía los 3 puntos tras quedarse en inferioridad numérica por una cuestionable segunda amarilla a Ivanildo Fernandes y encajar el gol de Bebé en un fallo en la salida de balón de Morlanes, hasta el momento infalible en dicha suerte.

A expensas de enmendar la plana frente a Espanyol (fijado para el lunes 19 de abril a las 21:00 horas) y Sporting (último duelo de la fase regular), la sensación latente es que el Almería ha podido pecar en este tipo de partidos de falta de veteranía al carecer más piezas en su once habitual que conozcan a fondo los códigos de la categoría y cómo marcar el tempo de los partidos en función de cómo vaya demandándolo la situación. 

De hecho de la alineación inicial más empleada por Gomes, apenas Balliu y Corpas acumulan cierto bagaje en la categoría de plata, una de las más igualadas, especializadas y competitivas del panorama europeo.